EVA ESTEVEZ Cumpliendo ya una tradición que nació el 14 de febrero de 1993, un grupo de poetas amigos de la isla celebraron el pasado domingo la floración del almendro con una lectura poética. El encuentro, titulado «Trobada de poetes a la llum dels atmetllers en flors», tuvo en esta ocasión como marco la iglesia de Buscastell y en el mismo participaron doce poetas: Josep Planells, Mario Riera, Bartomeu Ribes, Ben Clark, Julio Herranz, Pau Sarradell, Montse Rovira, Toni Roca, Carles Fabregat, August Banegas, María Rosa Gurí y Misse García, quien leyó un poema de Llanos Lozano.

Aunque la ceremonia lírico-ecológica de la Trobada ha pasado por algunos cambios desde su comienzo, la mayoría del grupo sigue repitiendo el programa del primer domingo de febrero, fecha en la que, desde hace tres años se ha instituido el encuentro. Este programa incluye una comida en alguno de los restaurantes de la plaza de Santa Agnès, un paseo relajado por el Pla de Corona para disfrutar con la floración exuberante de los almendros del valle, y, para terminar la jornada, la lectura de poemas, mayormente propios, en una iglesia, que en los primeros años fue la de Santa Agnès.

«Aprovechando que el año pasado estaba en obras, nos mudamos a la iglesia de Sant Mateu, y ahora hemos elegido la de Buscastell, que también depende de don Josep Planells, cura, poeta y anfitrión», explicó ayer Julio Herranz, redactor de este periódico. «El cambio nos ha permitido recuperar el estilo de los primeros encuentros: simplemente, una cita entre amigos con gustos comunes, que se reunían a leer versos. Nos gusta más así, porque en las últimas citas en Santa Agnès la cosa tomaba unas dimensiones excesivas, la verdad, en las que se perdía la intimidad que buscábamos», apuntó Herranz.