El artista italiano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) está considerado como uno de los grandes maestros del grabado que ha dado la historia. Su nombre figura junto a los de Durero, Goya y Callot, entre otros, en lo que respecta al dominio del aguafuerte. La Sala de Cultura de «Sa Nostra» de Eivissa inaugura esta tarde a partir de las 20'00 una exposición dedicada a este artista -«Roma, nostàlgia i rescat»- con obras procedentes del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba .

Julieta Santacana, comisaria de la muestra, daba ayer los últimos toques al montaje de esta exposición en la sala ibicenca. Debido a las dimensiones del espacio de la entidad financiera en la isla, tuvieron que descartarse algunos de los grabados que forman la exposición al completo.

Según Santacana, Piranesi «no fue un innovador técnico en el grabado, usaba los procedimientos existentes en su época, pero sí llegó a dominarlo de un modo magistral». Piranesi sentía devoción por la arquitectura romana y la plasmó en sus obras, de hecho, según señala la comisaria, muchas de las imágenes recogidas por el artista ya no existen, «se han perdido los edificios, pero hay que destacar la labor documentalista que se refleja en la tarea de Piranesi». El grabador era «un maestro de la perspectiva», asegura Santacana, quien añade que Piranesi realizó innumerables bocetos para dar forma a los grabados que se exhiben desde hoy en Eivissa y cuya edición corresponde al año 1836.