Uno de los atractivos de las fotografías recogidas en «Eivissa antiga», es que las imágenes se corresponden en su mayor parte con actividades de la vida cotidiana de la isla

El libro «Eivissa antiga», una recopilación de fotos antiguas de la isla realizado en 1976, ha vuelto a reeditarse para responder a las peticiones de los numerosos interesados que lo solicitaban. En esta ocasión, la obra original se completa con las fotografías actuales de los mismos lugares que aparecen en las viejas imágenes, muchas de ellas anónimas, correspondientes a un periodo que va desde 1870 hasta 1936. El contraste entre el ayer y el hoy resulta ser tan notable a veces, que el lugar original parece casi irreconocible. La obra está prologada por Marià Villangómez, responsable también de la traducción al catalán de los textos que acompañan las imágenes, escritos por Elena Barceló.

«Eivissa antiga» fue el resultado de un trabajo paciente de búsqueda de fotografías y postales antiguas por las casas de la isla, realizado por los fotógrafos que componían el grupo IF ( Elena Barceló, Luis Ballester, Vicent Mayans, Josep Torres y Julio Carreño), quienes realizaron nuevos negativos de todas las imágenes antiguas, en un trabajo que Barceló calificó de «muy artesanal, sin un criterio metodológico, sino aprovechando todo el material que encontrábamos para que no se perdiera». La decisión de llevar a cabo una obra de esta naturaleza no fue otra que evitar que desaparecieran testimonios gráficos de valor histórico y sociológico. «Es que por aquellos años la gente tiraba todo lo antiguo que tenía en casa, lo que era una pena. Nuestra mayor satisfacción fue que a partir de entonces, y gracias al libro, la gente empezó a tomar conciencia de que no había que tirar las fotos viejas que tenían en las casas».

También resultó complicado situar las imágenes en la fecha en que fueron tomadas, una labor que realizó Elena Barceló. «Me pasé un año y pico fechándolas, consultando a los mayores, buscando referencias de los sitios, recuerdos... Fue muy divertido, la verdad; y aunque la exactitud no fuera demasiado fiable, luego han quedado como las fechas oficiales, que se citan cada vez que se reproduce alguna de ellas».