La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma celebrará este viernes (09.30 horas) la vista previa del juicio contra 24 acusados de introducir en Mallorca cocaína y cannabis y traficar con dichas sustancias desde el poblado de Son Banya entre 2021 y 2022. Por estos hechos, la Fiscalía solicita para ello un total de 132 años de prisión.
En concreto, se les imputan delitos contra la salud pública, de tenencia ilícita de armas y de pertenencia a organización criminal, por los que el Ministerio Público interesa, para cada uno de ellos, penas de cárcel que oscilan entre los 9 años y los tres años, aproximadamente. También les pide que sean condenados al pago de una multa que asciende a 870.500 euros.
Según relata el fiscal en su escrito de acusación, la banda, constituida por 20 hombres y cuatro mujeres --buena parte de ellos con antecedentes penales-- estaba distribuía en dos ramas. Por un lado, estaban los encargados suministrar la droga desde la Península, liderados por un hombre y su lugarteniente.
El primero era el responsable de gestionar, organizar y dirigir la adquisición de las partidas de cocaína que después enviaba y entregaba a sus socios en Mallorca, mientras el segundo se encargaba de realizar labores de cobertura y seguridad en los desplazamientos de los estupefacientes.
Por debajo tenían a otros seis procesados, responsables del alijo, almacenamiento y transporte de la droga. También del cultivo de cannabis y de su distribución a pequeña escala, siempre bajo la supervisión del cabecilla.
Por otra parte, la rama de Son Banya estaba conformada por 16 personas con lazos familiares entre sí, quienes adquirían las partidas de estupefacientes para después distribuirlos en una veintena de puntos de venta del poblado. Lo hacían, tanto personas contratadas como miembros del clan, en turnos de 12 horas y de forma ininterrumpida. Según el fiscal, estos puntos eran abastecidos de nueva droga una o más veces al día.
El 21 de junio de 2022, agentes de las fuerzas de seguridad del Estado registraron seis domicilios, cinco en Palma y uno en el Polígono de Inca, de varios de los implicados en la trama. En ellos intervinieron diversas cantidades de cocaína y cannabis, un arma de fuego, decenas de miles de euros en efectivo y tres vehículos, entre otros efectos.
Días más tarde, el 15 de julio, los agentes registraron otros 12 domicilios de Son Banya en los que también encontraron dinero en efectivo, cocaína, cannabis, medicamentos y diversos útiles para la preparación y venta de los estupefacientes.
Antes de estos registros, no obstante, la Fiscalía detalla las decenas --al menos las que pudieron corroborar los investigadores-- de transacciones de droga que los implicados supuestamente llevaron a cabo desde sus puntos de venta del poblado.
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