Prohens durante su comparecencia este viernes. | Teresa Ayuga

La guerra PP-Vox se traslada del Govern al Parlament. Después de que Santiago Abascal ordenara a los suyos en Balears la ruptura del acuerdo en el Govern, la presidenta Marga Prohens fijó este viernes la mirada en el Parlament. Allí sigue Gabriel Le Senne como president a pesar de la ruptura de los acuerdos. Le Senne, a quien Prohens pidió que se vaya, se enroca. Permanecerá    como president de la Cámara mientras se lo ordene Santiago Abascal o hasta que el PP y la oposición le echen al aprobar la propuesta de remoción que debe tratarse en la Cámara. El PP está dispuesto a hacerlo para poner en su lugar a Mauricio Rovira. Le Senne se queda, según confirmaron fuentes de la dirección de Vox. «Si Le Senne dimite, también ella debería dimitir porque es presidenta gracias a ese pacto», aseguran en la formación.

«Doy por hecho que la decisión de Vox de romper los acuerdos implica la renuncia a la Presidencia del Parlament», había dicho horas antes Prohens. Sus exsocios ya le han contestado que no y ese será ahora el principal punto de choque.   

La de este viernes fue la primera jornada de Marga Prohens sin los 30 diputados que dan la mayoría, pero el ambiente que se palpaba en el Consolat y en la sede del PP era casi de fiesta. Nadie le ha llamado para comunicarle la decisión de Vox, pero no hay la más mínima preocupación y, en una comparecencia extraordinaria, la presidenta anunció que seguirá gobernando como lo ha hecho este año, buscando los apoyos día a día. La convocatoria de elecciones está descartada. «El Govern seguirá trabajando con la única hoja de ruta del programa electoral y con la máxima voluntad de acuerdo. No me da miedo gobernar en solitario», dijo.

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Dio un mensaje de tranquilidad «porque seguiremos respondiendo con nuestro programa electoral de la misma manera que lo hemos hecho ahora» y se abrió a negociar con otras fuerzas políticas, si bien precisó que la hoja de ruta es el programa del PP. «Lo que no puede hacer la izquierda es obligarnos a cumplir su programa porque eso sería una traición a los ciudadanos que pidieron un cambio», sentenció.

Acusó a Vox de incumplir    la palabra dada y dijo que ella ha cumplido más del 50 % de lo que se pactó. «Somos un partido serio, que da estabilidad y cumple con los programas políticos; no vamos a generar inestabilidad», dijo. Prohens consideró que es Santiago    Abascal quien tendrá que explicar «muy bien» a los ciudadanos su decisión. «No sé si Santiago Abascal sabe muy bien qué ordenó a sus mandos internos», afirmó.

De hecho, hasta el momento no se sabe qué es exactamente lo que se ordenó porque nadie de Vox habló este viernes de manera oficial.    Las fuentes consultadas aseguran que hasta la semana que viene no habrá una reunión para analizar la ruptura. Los diputados de Vox mantuvieron una reunión telemática con el secretario de la formación, Ignacio Garriga, a la que asistieron los siete de Balears. Los tres diputados críticos no se acercaron este viernes al Parlament, donde sí estuvieron María José Verdú y Manuela Cañadas dando apoyo a Le Senne.