El enfermero acusado de agredir sexualmente a una pacientes durante el juicio en la Audiencia Provincial. | Europa Press

Un enfermero acusado de agredir sexualmente a una paciente durante una consulta ha negado las acusaciones en el juicio y ha acusado a la víctima de denunciarle para sacar rédito económico.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares celebra este lunes a un enfermero de 58 años acusado de un delito de agresión sexual, al forzar a una paciente a realizarle una felación durante una consulta.

Durante su declaración, el acusado, enfermero en una unidad de adicciones de Mallorca, ha defendido que "no pasó nada" y que la mujer le denunció porque no tenía sustento económico.

La víctima, por su parte, que ha declarado como testigo de manera telemática, ha indicado que denunció por consejo de su hijo y ha dicho que en el momento de la presunta agresión no dio la voz de alarma porque se quedó bloqueada y recordando que de pequeña ya había sufrido abusos. "Solo le pedí que no me hiciera daño", ha señalado.

Según se ha relatado en el juicio, después de la presunta agresión, la mujer accedió a ir con el procesado hasta su residencia. A preguntas de la defensa, la mujer ha insistido en que lo hizo porque estaba en shock.

Según el escrito de acusación, los hechos se remontan al 9 de diciembre de 2022, cuando el procesado trabajaba como enfermero en la sección de atención a las drogodependencias de un área de inclusión social.

Ese día, a las 11.30 horas, tenía programada una visita con una paciente. El fiscal señala que, en dicha visita, el acusado se mostró un tanto nervioso y solicitó a la víctima que debía tomar una muestra de orina, indicando ella que no podía en ese momento. A ello, el enfermero le respondió que se fuera a un restaurante o un bar y volviera sobre las 14.00 horas. La víctima salió de la consulta y volvió a la hora acordada, aunque estuviera fuera del horario de consultas.

Sobre este regreso a la consulta, a pesar de haberle notado nervioso y haber visto que tenía el pene erecto, la mujer ha insistido en que en un primer momento "no vio ninguna maldad".

Siguiendo con el relato de la Fiscalía, al entrar en la consulta, el acusado cerró con llave y se metió en el baño. Al salir, se dirigió a la mujer, se bajó los pantalones y, llevando un preservativo puesto en el pene, le pidió que le realizara una felación, a lo que ella se negó. En respuesta, el hombre se sentó frente a ella y le agarró la cabeza.

Por tales hechos, Fiscalía pide para el individuo la pena de nueve años de cárcel y, en concepto de responsabilidad civil, que indemnice a la víctima en la cantidad de 12.000 euros.