Suma y sigue. Los indigentes que permanecen atrincherados en Son Espases siguen haciendo de las suyas y ponen en jaque a la gerencia del centro. En la madrugada de este domingo, el personal de seguridad fue alertado de que uno de los sin techo se estaba paseando por las habitaciones de maternidad (planta +1) donde se encuentran los bebés recién nacidos y sin ningún pudor abría las puertas y se llevaba todo lo que encontraba a su paso. Es más, a una madre que acaba de parir le dio un susto de muerte cuando se lo encontró de frente a altas horas de la madrugada en su habitación.
Los vigilantes lograron localizarlo y éste se enfrentó a ellos. Tras un enfrentamiento verbal, el indigente no paraba de decir: «Esto es un lugar público y no me podéis echar. No me podéis tocar». Los seguridades vieron que iba descalzo y le acompañaron hasta la zona de Urgencias para que cogiera sus cosas e invitarlo a que abandonara las instalaciones por su comportamiento violento y delictivo. Lo curioso es que este hombre se había apoderado de todo un mostrador de Información del hospital donde acumulaba un montón de enseres, entre los que se encontraban dos sillitas de bebé.
En ese instante, llegó una patrulla de la Policía Nacional quienes se hicieron cargo de la situación y expulsaron al mendigo del recinto. Mientras tanto, los vigilantes no pararon en toda la noche de sacar indigentes de plantas y zonas restringidas del centro. Finalmente, a las pocas horas de expulsar al conflictivo sin techo, éste entró en Urgencias para ser atendido como paciente. Una vez que le pusieron la pulsera, se quedó pasando la noche en la sala de espera. Se trata de una estrategia muy utilizada por los mendigos para burlarse del sistema.
La seguridad privada del hospital universitario de Son Espases tiene previsto montar en breve controles de acceso en las puertas de entrada y salida de Urgencias para evitar que los indigentes puedan entrar y dormir dentro de las instalaciones hospitalarias. Para ello, cuentan con el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía, que prestará su colaboración para evitar que se produzcan altercados violentos. Está previsto que esta operación de expulsión de todos los sin techo se realice de forma tranquila y sin generar alboroto que pueda afectar al funcionamiento habitual del hospital de referencia.
De todos modos, los vigilantes ya están preparados para tener que afrontar las estrategias de los indigentes para tratar de burlar los controles. Es frecuente que estos simulen encontrarse mal para poder entrar al área de Urgencias, ser visitados por los médicos y acto seguido quedarse en los pasillos durmiendo. Por ese motivo, el personal de seguridad prohibirá la entrada de objetos y enseres personales a estas personas; les acompañarán para ser atendidos y, de forma inmediata, deberán abandonar el recinto. Todo ello, supervisado por personal policial si fuera necesario. De hecho, será la propia Policía Nacional quien realice un ‘barrido' para comprobar los antecedentes policiales y asegurarse que no existan reclamaciones judiciales. De ser así, se procederá a la detención de los mismos.
3 comentarios
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LOLAClaaaro. Mucho mejor que entren impunemente en las habitaciones de mujeres recién paridas, para hacerlas pasar un mal rato en ese momento tan delicado en el que están, para robarles o a saber qué locura hacerles en ese estado de indefensión. No lo has entendido, maja. Muchos de ellos, si saben que ese va a ser el proceder, ni en broma vuelven a entrar en un hospital. Si saben que ahí van a ser controlados de esa manera, huiran rápidamente porque ninguno quiere ser evaluado ni que le pongan obligaciones. Eso sería ir poniendo las cosas en su sitio. No se trata de caridad, sino de establecer límites y que de una vez por todas nuestros impuestos vayan a donde tienen que ir y no a despilfarros como entradas de cine o caterings de falcons.
VileruSi, y de paso los gastos con nuestros impuestos, luego no nos llega a los contribuyente para servicios sociales, francamente estoy un poco quemada, "La caridad bien entendida, empieza por uno mismo"
Lo adecuado sería que cuando les tocara el turno en urgencias les cogieran, les pusieran un tranquilizante y tras revisión médica profunda, limpieza y desparasitación si fuera necesaria (la falta de higiene conlleva piojos y demás), los llevaran al módulo de psiquiatría para evaluarlos. Muchos consumen alcohol u otras sustancias y han acabado desarrollando problemas psiquiátricos, además de todas las enfermedades no controladas que suelen tener, como diabetes, hipertensión, hepatitis, vih, etc. Y tras todo ello, que servicios sociales se hiciera cargo. En caso de que simplemente se tratara de caraduras echándole morro, patada y a prisión si han cometido algún tipo de delito y tras cumplimiento de condena, obligatoriedad de buscarse trabajo o expulsión si no son del país.