Agricultura inició la vacunación masiva de las cabañas de cabras, ovejas y vacas en 2021. | J. SOCIES

Buena noticia para el sector ganadero de Balears. El Comité de Sanidad Animal de la Unión Europea ha declarado las islas como «zona libre de lengua azul» después de confirmar que no se han detectado casos de esta enfermedad en los últimos dos años. La declaración, que se hará oficial en breve, se realizó a petición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación después de que la Conselleria d’Agricultura de Balears presentara un informe sobre la crisis sanitaria de este virus.

«Esta declaración demuestra la buena e intensa labor que se ha hecho desde la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con el director Fernando Fernández al frente, y también desde el Servicio de Sanidad y Bienestar Animal en colaboración con el sector y con todos los veterinarios de campo adscritos a las asociaciones de defensa sanitaria ganadera», apuntó ayer el conseller del ramo, Joan Simonet, al hacerse pública la noticia tras el Consell de Govern.

En junio de 2021 se detectó el primer caso de lengua azul en una vaca de una explotación de Pollença tras casi dos décadas sin presencia del virus en la comunidad. A partir de ahí, se activaron todas las alarmas y durante ese año se notificaron un total de 277 focos en el conjunto de Balears, la mayoría en Mallorca (270 casos).

El Govern fijó un plan actuación que consistió en la implementación de las medidas de prevención como fueron la vacunación masiva de vacas, cabras y ovejas (animales a los que les afecta esta enfermedad) y la restricciones de movilidad y controles para la certificación de vacunación. «Cosa que hacía un mayor gasto para los ganaderos», añadió Simonet. En este sentido, el gasto anual de la campaña de vacunaciones, controles y compra de suministros asciende a 661.552 euros.

Pese a ello, el conseller Simonet matizó que si bien a partir de ahora los ganaderos no tendrán limitaciones y controles para la exportación del ganado, ello no implicará que desde el Govern deban realizarse controles puntuales en explotaciones para vigilar que no regrese la enfermedad.