La Sección Segunda de la Audiencia volvió a convocar a las partes para este miércoles después de una vista la semana pasada. La mujer se mostró dispuesta a aceptar una pena de diez años de cárcel por cada uno de los dos delitos de tentativa de homicidio, si bien no ha fue posible materializar el acuerdo por cuestiones formales, ya que es necesario que declaren algunos testigos.
Esta nueva petición implica una condena ocho años inferior a la inicialmente planteada por el fiscal.
Si ratifica este pacto de conformidad con la Fiscalía y el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) --que ha asumido la tutela de uno de los menores-- la madre aceptará el relato de las acusaciones confesando su culpabilidad.
Tras drogar a sus dos hijos, la mujer avisó a su expareja, padre del más pequeño de los menores, diciéndole que había envenenado a los niños. Con todo, durante la investigación la mujer no ha querido prestar declaración, de manera que no ha dado más detalles ni explicado por qué lo hizo. No se le ha diagnosticado ningún trastorno psiquiátrico.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 27 de mayo de 2023, en el domicilio familiar. La Fiscalía sostiene que la mujer obligó a sus dos hijos, un niño de cuatro años y una adolescente de 14, a ingerir benzodiacepinas con el pretexto de ser pastillas para los huesos, con la intención de matarlos.
Los menores durmieron desde ese momento hasta las 1.00 horas del día siguiente. Supuestamente, la madre trató de asfixiar a la mayor de sus hijos en dos ocasiones en ese tiempo.
En la primera ocasión habría hecho pinza sobre su nariz al tiempo que le tapaba la boca; en el segundo intento, presuntamente colocó a la menor sobre ella y le oprimió el cuello con los brazos. La menor despertó y logró zafarse de su madre, debido a su complexión fuerte y sus conocimientos de judo, según la Fiscalía.
Los dos menores sufrieron intoxicación medicamentosa y tuvieron que ser ingresados en una UCI pediátrica.
La madre también habría ingerido pastillas y salfumán, y fue detenida horas después. Después de que la mujer avisara a su expareja, que se encontraba durmiendo en otro domicilio, el hombre dio el aviso a los servicios de emergencia.
En la vivienda los agentes encontraron numerosos medicamentos, así como un paquete de veneno para ratas en cuyo interior faltaba más de la mitad. Los agentes sospecharon que, después de sedar a los menores, la madre había hecho la comida para los tres y había vertido en ella veneno para animales.
La Fiscalía imputa a la mujer dos delitos de homicidio en grado de tentativa, con la agravante de parentesco. Además de la pena de cárcel, solicita una orden de alejamiento por 15 años en favor de los menores, así como una indemnización de 6.350 euros, libertad vigilada y que se le retire la patria potestad.
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