El juez de Instrucción 1 de la capital balear, en funciones de guardia, decretó la puesta en libertad del sospechoso, que fue asistido por el abogado Toni Vidal, pero le prohíbe acercarse a menos de 50 metros del conocido local.
Los hechos, según fuentes próximas al caso, se remontan a las 23.30 horas del domingo. El hombre entró en el restaurante visiblemente borracho y con actitud agresiva. Se presentó en la barra y pidió alcohol. Le dijeron que a esa hora ya no servían porque estaban a punto de cerrar. En ese momento el varón sacó un cúter del bolsillo y amenazó a la trabajadora al tiempo que le exigía que le pusiera una cerveza.
Afortunadamente la empleada pudo apartarse y, a pesar del momento de pánico, pudo avisar a la Policía. Mientras los agentes llegaban al lugar indicado, el sospechoso siguió esgrimiendo el arma blanca al resto de trabajadores y también a los clientes que aún seguían en el establecimiento. Con una comensal intentó intimar. Cuando fue rechazado por ella sacó el cúter e hizo el gesto de cortar el cuello mientras la miraba fijamente.
Una vez en el restaurante, varios agentes de la Policía Local de Palma inmovilizaron al individuo en el interior del baño del local. Una funcionaria observó cómo sobresalía de uno de los bolsillos traseros del pantalón el cúter en cuestión y un compañero se lo extrajo y quedó intervenido. Al día siguiente el sospechoso pasó a disposición judicial y quedó en libertad con la prohibición de acercarse a menos de 50 metros del lugar de los hechos.
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