Agentes de la Guardia Civil junto al cadáver instantes después de producirse el apuñalamiento. | R.S.
El homicida de Artà, nada más perpetrar la puñalada mortal, abandonó la escena del crimen y se fue a su casa. Una vez allí, por causas que se desconocen decidió esconderse debajo de su cama. Los investigadores no tardaron en identificarlo y proceder a su detención. Resolver un homicidio siempre resulta mucho más fácil cuando los agentes responsables del caso cuando cuentan con imágenes de seguridad que grabaron toda la secuencia del crimen. Una cámara de un edificio grabó en la noche del viernes el ataque mortal a Orlando Marcelo Suntasig, el ecuatoriano de 35 años asesinado a puñaladas en Artà. Se trata de la prueba clave del caso y ahora los agentes están tratando de aclarar las imágenes para dotarlas de mayor resolución.
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