Los retos de la adaptación al cambio climático en Baleares

Así, el Imedea ha publicado ahora un resumen de ese primer think-tank, que contó con conferencias de Damià Gomis, catedrático de la UIB, y José Carlos Cerro, jefe del Servei de Canvi Climàtic i Atmosfera del Govern. En el encuentro participaron diversos agentes sociales que reflexionaron sobre los efectos del cambio climático, considerando escenarios a medio plazo (10-30 años) en diferentes sectores de actividad. De este modo, se identificaron las siguientes áreas temáticas con sus retos y problemáticas.

Pesca

Pérdida de posidonia, cambios en las especies de captura, afectación a cuotas y calendarios de pesca, falta de relevo generacional, aumento de precios, proliferación de piscifactorías, influencia del fitoplancton tóxico y legislación europea no adecuada al contexto mediterráneo.

Educación

Falta de formación específica sobre el cambio climático en la comunidad educativa, falta de concienciación ambiental sobre la disponibilidad y la calidad de las aguas, y dificultades para mantener la actividad educativa en condiciones climáticas extremas.

Administración pública

Necesidad de diseñar y adoptar medidas adecuadas de adaptación y mitigación del cambio climático en escenarios presentes y de futuro, y ausencia de los sectores económicos en el diálogo entre ciencia y Administración.

Turismo

Pérdida de calidad del sistema marino, subida del nivel mar y repercusiones sobre la costa (imagen circular), proceso de desertización y costes de mitigación del cambio climático en una cuenca mediterránea que aparece como una de las zonas más afectadas del planeta.

Transporte marítimo

Descenso en el transporte de pasajeros y mercancías por episodios meteorológicos extremos.

Conservación

Mejorar la transferencia de conocimiento, la planificación y la gestión ambiental, y optimizar la comunicación de la Administración y del colectivo científico para incorporar ese conocimiento a las políticas de conservación.

Energía

Reconocimiento a este sector como estratégico, del que dependen otros como el turismo y el transporte marítimo, fundamentalmente, y preocupación por la incidencia ecológica de las nuevas instalaciones e infraestructuras de generación de energía renovable, proponiéndose una zonificación en base a los valores naturales del territorio.