Los hechos se produjeron el pasado miércoles sobre las 16:00 horas en la barriada de La Soledad. Una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Nacional se desplazó hasta una casa de la zona después de recibir en el 091 una llamada por parte de una empresa de seguridad indicando que momentos antes se había producido una desconexión de la alarma. La empresa también indicó que la cerradura había sido cambiada. Una vez allí, los agentes pudieron comprobar que no había nadie en el interior de la vivienda y que el bombín de la cerradura había sido manipulado.
En el lugar se quedaron un vigilante y un cerrajero que procedió a cambiar de nuevo la cerradura e instalar una puerta anti ocupación. En el interior de la casa pudieron comprobar que los sistemas de alarma habían sido violentados y fracturados, causando daños valorados en unos 750 euros. Pasados veinte minutos, cuando los agentes de policía ya no se encontraban en el lugar, el 091 volvió a recibir una llamada donde solicitaban presencia policial dado que un grupo de diez personas estaba amenazando al vigilante y al cerrajero en cuestión. Tras ser empujados y agarrados por algunos integrantes del grupo, el cerrajero les terminó entregando las llaves por miedo a ser agredido.
A la llegada de la patrulla policial el grupo de personas había abandonado el lugar y en el interior de la vivienda se hallaba un joven que se encontraba en el grupo de personas que increparon a los trabajadores. Este individuo dijo tener contrato de alquiler, realizando los agentes gestiones que culminaron con la detención del mismo como presunto autor de un delito de daños. Según fuentes policiales se trata de clan familiar y no es la primera vez que realizan este tipo de okupaciones.
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