Promotores inmobiliarios y constructores inciden en la especial idiosincrasia del inversor francés. Principalmente, porque gracias a la naviera Corsica Ferries «viene a Mallorca con su coche privado y ello le permite conocer de forma directa y sin prisas toda la oferta de naturaleza, gastronómica, de turismo activo y, lo fundamental, los núcleos urbanos, la Serra de Tramuntana, fincas de todo tipo y viviendas en los núcleos urbanos». El cónsul Magnier incide en que el potencial inversor francés: «Conoce y se sorprende de lo que ve, lo cual luego se traduce en un interés personal por adquirir una vivienda en propiedad que se convierte luego en su primera residencia».
Añade que a diferencia de otros mercados emisores europeos, el inversor francés destaca por su predisposición para comprar todo tipo de inmuebles: «Sorprende de forma positiva por el interés que muestra, como así lo confirman las operaciones de compra de bodegas, fincas rústicas que restaura para luego revenderlas, así como la creación de todo tipo de empresas radicadas en Mallorca o en Menorca. La excelente conectividad es la principal causa de esta decisión personal para instalarse y residir de forma permanente». Uno de los sectores que más se está beneficiando es el de salud, ya que Mallorca, según el Consell de Mallorca, «lo tiene todo para ser un destino abierto a todos los segmentos turísticos y el salud e interior (yoga, etc.)».
Inversión
La inversión media de compra de viviendas, principalmente con vistas al mar, supera los 300.000 euros, aunque hay inversiones millonarias con son la adquisición de bodegas con sus viñedos y fincas rústicas centenarias ubicadas por el Pla de Mallorca y en las zonas próximas a la Serra de Tramuntana. Aquí, también hay que incluir hoteles rurales en Menorca, isla en la acaparan desde hace dos años el 50 % de las compras en el sector inmobiliario y turístico.
Desde las principales inmobiliarias extranjeras que operan en Balears comentan que el mercado galo «acapara un alto porcentaje de las operaciones de compras de viviendas, centrando su atención en villas y áticos con vistas al mar, con piscina y jardines. Son las propiedades que más demandan porque a corto o medio plazo pueden revenderlas, tras realizar en ellas fuertes inversiones de reforma. Esta es una opción que elige el inversor galo y que tiene una gran aceptación».
Un negocio
El cónsul Magnier coincide en esta apreciación porque, declara, el inversor francés «ve también un negocio en la compra de todo tipo de viviendas en las Islas para luego revenderlas como una inversión». Explica el diplomático que la Plataforma de Información y Acompañamiento de los Francófonos (PIAF) da apoyo a las pymes creadas por franceses. En este caso, «el Consulado sirve de nexo de unión para integrar a la colonia residente y a los empresarios con el tejido productivo y social de la Isla», afirma el cónsul.
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