El pasado domingo, el padre de una de las víctimas se personó en la Jefatura Superior de Policía, en la calle Simó Ballester de Palma, donde interpuso una denuncia en la que afirmaba que su hija había sido víctima de un presunto caso de abuso sexual por parte del profesor sustituto de música de su instituto. Además, el progenitor aportó a los agentes responsables del caso pantallazos del teléfono móvil de su hija donde, a través de mensajería de Instagram, el ahora detenido mantenía conversaciones subidas de tono y realizaba proposiciones deshonestas a la menor. Mensajes donde le preguntaba por el tamaño de sus senos y presumía del gran tamaño de su miembro viril. En un momento dado, la adolescente le deja muy claro y por escrito que tiene 15 años. El acusado, lejos de cesar de su comportamiento, le anima a seguir diciendo que a él le gustan jovencitas y que no pasará absolutamente nada si ninguno de los dos lo cuenta.
Uno de los puntos más graves de la denuncia y donde la Policía Nacional está tratando de esclarecer lo sucedido y buscar responsabilidades es que, siempre según el relato de los denunciantes, cuando las niñas acudieron a la dirección del centro educativo y les mostraron los mensajes sexuales, no les hicieron caso, les reprochaban su comportamiento y las llegaron a sacar de las instalaciones donde se habían reunido. De confirmarse este hecho, el equipo directivo que participó en dicha reunión podría ser detenido o imputado en las próximas horas.