En este sentido, la FAPA señaló que «en lugar de supeditar las ratios al espacio disponible, la obligación de la Conselleria es aportar los espacios y docentes suficientes para mantener unas ratios inferiores a unos máximos definidos, que deberían ser de 10 a 15 alumnos en Infantil, entre 15 y 17 en Primaria, y 20 en ESO y Bachillerato».
En lo referente a la semipresencialidad a partir de 2º de la ESO, la FAPA reclama «unidad de criterios en la alternancia de días presenciales o telemáticos para establecer unas condiciones de escolarización homogéneas en todos los centros».
En resumen, la federación presenta doce condiciones que considera imprescindibles para iniciar el curso: información a las familias; ratios entre 12 y 20 alumnos según la etapa educativa; espacios adicionales para los centros que los necesiten; contratación de más docentes; formación digital urgente; criterios homogéneos de semipresencialidad; presencialidad garantizada para alumnos con necesidades especiales, discapacidad o vulnerabilidad social; atención educativa a distancia para alumnos vulnerables; garantía de los servicios complementarios; facilidades de conciliación laboral; medidas según la epidemiología de cada zona; y protección de los niños de 0-3 años.
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