Según ha informado la UIB en un comunicado, esta planificación deberá ser «flexible y modificable», según la evolución de la pandemia de la COVID-19. Todas estas medidas se recogerán en un plan de presencialidad adaptada y un plan de contingencia.
En cuanto a las clases, se priorizará la programación presencial de los grupos medios y pequeños, reduciendo la capacidad máxima del aula. Respecto a los grupos grandes, las sesiones se podrán impartir presenciales, en línea sin presencia física o en línea con la presencia física de una parte de los alumnos en el aula.
En general, se prevé priorizar la programación de más clases presenciales en los cursos de primero y segundo de grado.
También las asignaturas de prácticas de laboratorio y clínicas, y las que se desarrollen en aulas de informática, aulas de música, aulas de plástica o espacios para educación física se programarán de manera presencial y, cuando sea necesario, se utilizarán equipos de protección, mamparas o medidas de protección adicionales.
En cuanto a los exámenes, el primer semestre se programarán para que se hagan de manera presencial, aunque los profesores podrán optar por hacerlos de forma online.
Sistema informático
Según ha indicado la Universidad, el sistema informático de la UIB ha funcionado «perfectamente» durante el periodo de docencia no presencial del curso 2019-20. No obstante, se hará un estudio de necesidades para aumentar los recursos del sistema informático.
De acuerdo con los datos de la UIB, durante el confinamiento debido a la pandemia, el 95 por ciento de los profesores y el 85 por ciento de los alumnos han seguido las clases de forma online.
De cara al nuevo curso, se ha puesto en marcha un protocolo de adecuación para dotar a las aulas de ordenadores y de una cámara para poder transmitir la clase online, y de una tableta gráfica o una cámara para documentos, que pueden ser usadas como una pizarra y permiten compartir los documentos con toda la clase.
Por otra parte, la Universidad ha informado de que habilitará un servicio de préstamo de ordenadores portátiles, cámaras y tarjetas de datos con conexión gratuita para los estudiantes que, debido a sus circunstancias económicas, estén limitados tecnológicamente.
De acuerdo con la UIB, durante los meses de marzo, abril y mayo del curso 2019-2020, se prestaron 11 ordenadores portátiles y 22 módems, USB o tarjetas SIM con datos de internet gratuitas.
Por otra parte, la Oficina Universitaria de Apoyo a Personas con Necesidad Especiales determinará las medidas a adoptar para minimizar los efectos derivados de la docencia y evaluación a distancia para asegurar el derecho fundamental de igualdad efectiva de oportunidades de todos los alumnos.
Desde la UIB han indicado que el Servicio de Prevención ha hecho una evaluación de riesgos de agentes biológicos SARS-CoV-2 a todos los profesores, y los estudiantes que sean población de riesgo podrán presentar una instancia para que se les pueda aplicar un itinerario de evaluación diferenciado.
Asimismo, la Universidad tiene previsto facilitar formación en las medidas de prevención, higiene y promoción de la salud para fomentar la concienciación entre la comunidad universitaria sobre la pandemia.
A pesar de que la planificación docente del segundo semestre se ha hecho teniendo en cuenta una presencialidad total, en función de la situación sanitaria, la presencialidad adaptada podría extenderse al segundo semestre. Además, la UIB ha señalado que trabaja en un plan de contingencia con varias posibilidades que puedan obligar a cerrar total o parcialmente el campus.
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