José Miguel Artieda y Natalia Bueno, de los API, junto al director general d’Habitatge del Govern, Eduardo Robsy.

El precio de la vivienda en Balears empezará a bajar a partir de final de año después de que se haya «tocado techo». Así lo dijo ayer la presidenta de los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) de las Islas, Natalia Bueno, en el marco de la II Jornada Inmobiliaria de Balears que se celebró ayer en Palma.

Cabe recordar que en algunos municipios de las Islas, donde los precios son más altos, caso de Palma, Calvià y Eivissa, ya se han superado los máximos alcanzados en la época del boom inmobiliario. Esta situación ha provocado que gran parte de la población isleña haya visto reducidas sus posibilidades de adquirir una vivienda. Sin embargo, las transacciones han evolucionado al alza debido a la gran demanda de compradores extranjeros, sobre todo europeos de alto poder adquisitivo, interesados en comprar una casa en Balears.

Esta situación, no obstante, ha llegado a su límite, según Bueno, quien advirtió de un «cambio de tendencia». «La bajada de los precios de la vivienda es una tendencia que se está empezando a generalizar y que será palpable a finales de este año», aseguró la presidenta de los API, que atribuyó el cambio al hecho de que «se ha frenado la financiación bancaria» que, anteriormente, podía llegar al 100 %. El hecho de que a día de hoy el ahorro para acceder a una vivienda «sea más complicado» y que «los precios hayan tocado techo» provoca que los propietarios ya empiecen a bajar los precios para poder vender sus propiedades.

Sobrecoste

De hecho, Bueno reconoció que los API ya recomiendan a sus clientes que rebajen el precio de sus propiedades si realmente quieren venderlas. En este sentido, admitió que hay un sobrecoste, que en el centro de Palma ronda el 30 %. Consideró que una rebaja de este porcentaje del precio de la vivienda en la ciudad «ayudaría a paliar» el problema habitacional que existe.

Este sobrecoste afecta a otros puntos de Mallorca y en la comarca del Raiguer se estima «necesario» un descenso de los precios de entre el 10 y el 15 %.