Sus Majestades entraron a l'Almudaina pasadas las 20.30 horas. En esta ocasión, sin embargo, a su llegada no se acercaron a saludar a los ciudadanos que los estaban esperando enfrente de la Catedral, tras las barreras custodiadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A cierta distancia se encontraban los partidarios de las dos concentraciones, en defensa y en contra de la Monarquía, convocadas con motivo de la recepción.
Ambos colectivos corearon consignas y cánticos opuestos, que podían escucharse desde el interior del Palau. Cuando entraron sus Majestades e iniciaron el besamanos, los gritos se suavizaron.
A las 20.35 horas comenzaron a saludar a los invitados en el Patio de Armas. La presidenta del Govern, Francina Armengol, fue la primera en desfilar, seguida de la delegada del Gobierno en Balears, Rosario Sánchez, que este año se estrenaba en la recepción real, a la que, por primera vez, no acudió ningún político de Més y Podemos.
Ausencias
El alcalde de Palma, Antoni Noguera, que sí asistió el año pasado, este año decidió no ir. «Esta recepción es un acto más festivo y social y no tiene la función de representación que tiene la del pasado lunes, a la que fui, por lo que he decidido no ir», dijo. También faltó el presidente del Parlament, de Podemos, Baltasar Picornell, que ya no estuvo el pasado año, ni el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, al igual que el verano anterior. Quienes sí acudieron a la recepción fueron los representantes del PSIB, PP, Ciudadanos y el PI. También estaba la secretaria de Estado de Turismo, Bel Oliver, así como uno de sus antecesores en el cargo, Joan Mesquida.
Además de políticos, hubo una amplia representación del mundo económico y empresarial de las Islas. Estaban la presidenta de la CAEB, Carmen Planas; el presidente de PIMEM, Jordi Mora; la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, Maria Frontera; los hoteleros Carmen Riu, Gabriel Escarrer Jaume y Simón Pedro Barceló; la presidenta de Quirónsalud en Balears, Rosa Regi y su esposo Fernando Rotger; y el presidente de la patronal de transportes, Rafael Roig; y el presidente del Tren de Sóller, Óscar Mayol, entre otros. También estuvo la presidenta del Grup Serra, Carmen Serra.
La sociedad pitiusa estuvo representada por el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres, que acudió junto a su esposa, Mari Quintero; la vicepresidenta segunda, Marta Díaz; la consellera de Presidència del Govern, Pilar Costa; el senador por las Pitiusas, Santi Marí; el diputado Miquel Jerez; la vicepresidenta y consellera de Turisme de Formentera, Alejandra Ferrer; la jueza Martina Rodríguez; el presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz; el presidente de Fomento del Turismo, Lucas Prats; el presidente-editor de Grupo Prensa Pitiusa, Antoni Planells Riera; la directora de la Televisió d'Eivissa i Formentera, Sonia Escribano; el director de Periódico de Ibiza y Formentera, Joan Miquel Perpinyà, así como otros representantes del mundo político y cultural de Ibiza y Formentera.
Este año hubo menor presencia de personalidades del mundo de la cultura, aunque sí que acudieron la escritora Carme Riera; la directora de Es Baluard, Nekane Aramburu; el director de la Fundació Miró, Francisco Copado; así como el nieto del pintor, Joan Punyet. Tampoco faltaron a la cita el cantante Jaume Anglada y el humorista Agustín ‘El Casta', amigos personales de los reyes Felipe y Letizia. Se vieron a menos jóvenes que en otros años, aunque destacaron los chefs Macarena de Castro y Andreu Genestra, además del joven con la mejor nota de la Selectividad, Ángel Sánchez-Cantalejo; el campeón de piragüismo Marcus Cooper; y la presidenta del Colectivo de Moda de Mallorca, Tania Presa. También asistieron los cónsules, representantes de ONG, el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y los representantes de los diferentes poderes del Estado en las Islas.
Tras el besamanos, que duró 15 minutos, los invitados subieron al Saló del Tinell, donde se sirvió un cóctel. Como ya es habitual, don Felipe, doña Letizia y doña Sofía se separaron para intentar saludar y hablar unos minutos con los asistentes, algunos de los cuales aprovecharon la ocasión para captar la instantánea con sus teléfonos móviles.
6 comentarios
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NO METAS UN POLÍTICO EN TU VIDA. Te dejará con una manita por delante y otra por detrás. Y si metes a un BALEAR TRIPARTITO, te jodera la viva, o lo intentará.
Le vicepresidenta de el CONSELL.... de fiesta???? Noooo puede ser... marta Díaz en una fiesta......?????? Sigo sin creérmelo.... salut
y nuestro querido y campechano rey emérito, pobrecito que le dolía la rodilla y no podía estar en palma. De los millones de euros en paraísos fiscales y suiza mejor no hablamos no?
Mala observadora eres, que mejor manera de decirle algo Rey referente a los independistas que no acudir a la cena.. pero claro el postureo político tiene que estar presente.
Ningún avispado periodista se ha parado en el color del vestido de la vicepresidenta del Govern Pilar Costa. El significado que tiene el amarillo y si quiso decirle algo al rey utilizando ese color o solo es que lo escogió porque la paleta de colores es escasa o por mantener la excelencia en elegancia a la que nos tiene acostumbrados.
Cuanto menos políticos vayan, MEJOR, ojalá se perdiesen para siempre esta calaña política que hay en BALEARES. FUERA POLÍTICOS DE PACOTILLA