Los portales comercializadores de viviendas de alquiler turístico que no cumplan con la Ley de Turismo se enfrentan a multas de hasta 400.000 euros. El Govern ya ha abierto sendos expedientes sancionadores a Airbnb y Tripadvisor. | P. Lozano

El alojamiento de alquiler vacacional gana peso en Baleares. Mientras que el número de turistas que se alojan en un hotel se mantiene estable, entorno a los diez millones, los visitantes que optan por el alquiler turístico se han incrementado más de un 30% en los últimos dos años.

Así se desprende de los resultados detallados del Institut Balear de Estadística (Ibestat) a partir de los datos del Instituto Nacional d’Estadística (INE). El año pasado, Balears recibió 16,3 millones de turistas, un millón más que en 2016. Este incremento se hospedó, en su mayoría, en oferta extrahotelera, que incluye alojamiento vacacional reglado, vivienda en propiedad y casa de familiares y amigos, entre otros.

La encuesta distingue entre alojamiento de mercado y de no mercado e incluye el alquiler vacacional en la primera categoría, por lo que se entiende que se trata de la oferta reglada, es decir, la que cuenta con la autorización de la Conselleria de Turisme y que, por tanto, no incluye a pisos. Sin embargo, al tratarse de una encuesta -que realiza el INE- podría incluir también a aquellos turistas que se alojan en viviendas no reguladas y que se ofertan igualmente a través de portales como Airbnb.

Incremento

De acuerdo con las estadísticas oficiales, cerca de 2,5 millones de turistas se alojaron en una vivienda de alquiler en 2017, lo que representó un 26,12 % más que el año anterior. Se trata del tipo de alojamiento que experimentó un mayor incremento, que se suma al 4,45 % registrado en 2016 respecto de 2015. Sobre estas cifras, el director general de Turisme del Govern, Antoni Sansó, consideró que estas cifras pueden incluir una parte de la oferta ilegal ya que, normalmente, los huéspedes que alquilan una vivienda a través de internet desconocen si la actividad está permitida en la comunidad.

Para el Govern los datos «ponen de manifiesto la necesidad que había de aprobar una nueva regulación del alquiler turístico, adaptada a la realidad, que permitiera poner orden y controlar este fenómeno», según Sansó. Prueba de parte de este «descontrol» es el elevado número de turistas que aseguran alojarse en casa de familiares y/o amigos, que superó los 1,8 millones de visitantes en 2017, un 14,2 % más que el año anterior. Si bien desde Turisme no pueden demostrar que parte de ellos optaron por un alquiler ilegal, reconocen que «llama la atención» esa cifra tan elevada y con un aumento interanual tan considerable.

En cualquier caso, el director general de Turisme reconoce que los últimos datos «confirman la tendencia del crecimiento del alquiler turístico», por lo que es consciente de que se trata de una modalidad «que se ha instalado para quedarse». De ahí, las regulaciones impulsadas por la Administración con la esperanza de que este año «se reflejen sus efectos, hacia la moderación y el equilibrio», en palabras de Sansó.