Las magistradas han adoptado esta decisión ante el retraso que acumula la vista oral, y ha acordado aplazar al miércoles 16 las citaciones que estaban previstas este viernes, excepto la del exvicepresidente primero del Gobierno Rodrigo Rato, para quien aún no hay nueva fecha. Del mismo modo, otras personas han comunicado que no podrán comparecer ese miércoles, por lo que quedan pendientes de contestación por parte del tribunal. Como consecuencia de todo ello, los once interrogatorios que había inicialmente fijados para ese día han sido suspendidos y serán aplazados a otra jornada.
El juicio permanece en receso después de que el fiscal anticorrupción Pedro Horrach haya denunciado este viernes en la vista oral las «coacciones» que están ejerciendo las defensas de la Infanta Cristina, Urdangarin y el exsocio de éste, Diego Torres, con el objetivo de que Miguel Tejeiro -cuya comparecencia debía reanudarse a las 9.15 horas y aún no ha empezado- no pueda declarar sobre las cuestiones más delicadas -y que podrían ser clave- que afectan a sus clientes por haber sido éstos asesorados en su día por Tejeiro.
El tribunal se retiró a deliberar al respecto y ello está ralentizando el ritmo de la vista oral. Las magistradas, tras las advertencias formuladas por las anteriores defensas sobre qué temas podía abordar Tejeiro y cuáles no por su condición de asesor, acordaron ayer que el testigo no debe aportar datos privados cuya revelacion «atente contra honor y la intimidad personal o familiar» de los afectados, o datos confidenciales de los clientes a los que asesoró. Sí puede declarar sobre informaciones de contenido patrimonial, tal y como le comunicaron.
Sin embargo, el hecho de que Tejeiro dudara este jueves sobre qué aspectos responder y se negara así a dar información sobre determinadas circunstancias -entre ellas, si Urdangarin y Torres desviaron al extranjero los fondos que obtuvieron de forma presuntamente irregular de las Administraciones públicas-, ha llevado al fiscal a recriminar que la declaración «está siendo totalmente coaccionada en base a un puro fraude procesal».
De hecho, ha incidido en que lo planteado por las defensas «es un abuso procesal», después de que tanto Urdangarin como Torres, en la declaración que prestaron como acusados, descargaran «toda la responsabilidad sobre el testigo». «Es una contradicción usar la vía del secreto profesional», ha espetado. El retraso y las continuas interrupciones de la vista oral están impidiendo que ésta continúe al ritmo previsto.
Otro de los hechos que podrían afectar la continuación del juicio radica en la advertencia que ha realizado el abogado de Torres, Manuel González Peeters, de abandonar la defensa de su patrocinado después de que el tribunal haya acordado impedir a las partes entrar en sala con dispositivos móviles.
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