Cómo esconder un león en Navidad.

Hola niñas y niños esto ya huele a Navidad, ya están encendidas las luces de vuestras calles, también habéis decorado vuestro colegio, seguro que habéis puesto los árboles, pesebres y demás adornos navideños. Espero que os hayáis acordado de poner el calcetín gigante para que Papá Noel os deje los regalos. Si tenéis suerte, quizás los Reyes Magos pasen por vuestra casa, así que, también tenéis que dejar algo de comida y agua para Melchor, Gaspar y Baltasar y para los camellos. Comenzamos....

Era Nochebuena, Iris y su familia estaban preparándose para ir a la casa de la tía Sarah. Iris estaba muy nerviosa:

- ¡Te va a encantar la Navidad!- le dijo a su león.

El león había vivido con Iris y su familia desde que llegó a la ciudad. Ninguno de los vecinos le tenían ni pizca de miedo. Aunque era un león grande, fuerte, con una gran melena rubia y su rugido se oía hasta en la Luna, todos le querían.

Mientras el papá de Iris estaba liado en la cocina, su mamá preparaba las maletas para el viaje. Iris contaba a León todos los misterios sobre la Navidad. Ya reunidos en el salón le dijeron que era imposible llevarse al león. Se tenía que quedar en casa.

-¡Puedes llevarlo en el tren!- dijo la mamá de Iris.

-La gente que vive en el pueblo de la tía Sarah se asustará de él - dijo su papá.

Iris se quedó pensativa, ella estaba dispuesta a llevarse a su león. Por nada del mundo pensaba dejarlo solo en Navidad. Así que empezó a darle vueltas a la cabeza, pensó, pensó y pensó qué podía hacer ella para no dejar solo a su amigo el león. Intentó meterlo dentro de su maleta, doblandolo, apretujándolo, pero,,,,, ¡era gigante!. Intentó envolverlo como un regalo pero ¡Claro! León se movía muchísimo. Después intentó camuflarlo como un gran árbol de Navidad y le puso bolas, guirnaldas, lucecitas de colores y hasta un angelito coronando su gran cabeza. Pero....¡Nada funcionaba!

Llegó el momento de separarse e Iris le abrazó fuerte, fuerte y pensó que se iba a sentir muy solo, allí sin su amiga querida... Seguramente pasará todo el tiempo durmiendo- le dijo su papá. Su madre para animarla le dijo que podía llevarse su león de peluche, pero no era igual. Iris seguía triste. No le gustaba nada de nada tener que dejar en casa SOLO a su amigo el león. Finalmente se abrigaron bien: gorros, guantes, abrigos, botas....y salieron a la calle. A pesar del frío, la nieve lo cubría todo, la plaza estaba muy animada, había mucha gente. Mientras se dirigían a la estación de tren se encontraron con su vecino, que llevaba un gran árbol de Navidad en su bicicleta ¡Hacia un gran esfuerzo para no caerse! ¡El árbol era más grande que la bici!. También saludaron a su vecino que paseaba a su perro. Otra vecina encargaba sus regalos en la tienda de ropa.

Al final el león se había quedado solo en casa, tampoco le gustaba ver a Iris triste. Así que, sin pensárselo dos veces salió disparado hacia la estación de tren. No estaba dispuesto a pasar la Nochebuena sin la compañía de su amiga Iris. ¿Creeis que alcanzará a la familia? ¿Llegará a coger el mismo el tren? León no sabía la dirección de la tia Sarah. ¿Pasará solo en casa la Navidad?

TENÉIS QUE LEER ESTE CUENTO TAN NAVIDEÑO