El conseller de Deportes Salvador Losa comparece en el juicio por el beso de Rubiales

Losa, que acudió como testigo a propuesta de la defensa de del propio Rivera, explicó que este viaje de celebración surge por la disputa de los dos amistosos que jugó la selección femenina en Ibiza para preparar el Mundial. Este evento fue parte de un contrato de patrocinio destinado a promover el turismo y el deporte del Consell, detalló, señalando que se había dejado abierta la puerta a que la isla acogiese también una posible celebración si ganaban.

Así pues, según Losa, contactó con Rivera tras pasar las semifinales para felicitarle por el éxito, y le recordó la posibilidad de que Ibiza fuese el destino elegido por las jugadoras «para hacer una celebración y poder disfrutar de ese torneo». Todas las celebraciones, señaló, estaban programadas con anterioridad e «independientemente» del beso de Rubiales y de todo lo que aconteció posteriormente.

La primera vez que vio a las jugadoras en este viaje de celebración, detalló que fue al recibir al autobús y en una «comida rápida, un tentempié» que estas degustaron a su llegada a la isla, donde llegaron «cansadas». «Durante ese momento yo estaba de pie en una barra, gestionando lo que era el evento que íbamos a celebrar en unas horas», apuntó, afirmando que en ese momento estaba acompañado por Rivera.

Sin embargo, Losa defendió que no vio en ningún momento a Rivera acercarse a Hermoso. Él, sin embargo, si que se habría aproximado a las campeonas del mundo para felicitarlas: «Venían con ropa de calle, con gafas de sol, venían con acompañantes. Yo, por tanto, no identifico muy bien quién es cada jugadora. Entonces, felicito a las jugadoras, pero realmente no las tenía conocidas. Por tanto, fue un saludo genérico». Del mismo modo, explica que al no reconocerlas tampoco puede asegurar que Rivera se dirigiese a alguna jugadora en particular.

Losa también reconoció que estuvo en el hotel Blau Park, donde las jugadoras fueron a ver la puesta de sol. «Este evento formaba parte del planning de los tres días. Había una parte más oficial que era el evento que ya habíamos hecho y luego había una parte más distendida y de relajación. Había un refrigerio, una zona de descanso, con hamacas y la piscina, donde las jugadoras disfrutaban de ese espacio. Además, había una serie de invitados que estaban en la zona de la barra, charlando, y podían acceder a la copa con la que podían hacerse fotos«, explicó Losa, quien destacó que había una zona de jugadoras y otra de invitados y Rivera estaba »en la zona de invitados" y sentenció que desconocía si Rivera se acercó a Hermoso o no, ya que él mismo estaba hablando también con otras personas.

Por último, Losa apuntó que el viaje había sido pagado íntegramente por las instituciones y empresarios privados de la isla y que la RFEF no había tenido que correr con ningún gasto.

Cabe recordar que tanto Rivera, como Vilda y también el que fuera director de la selección masculina Albert Luque se enfrentan a un año y seis meses de cárcel por un delito de coacciones. Rubiales, por su parte, afronta dos años y seis meses por el mismo delito, al que ha de añadirse el de agresión sexual.