Joana Sanz, mujer de Dani Alves, ha tomado una drástica decisión. Aunque en un primer momento decidió apoyar a su pareja, en las últimas horas ha cambiado de actitud en sus redes sociales. La modelo ha eliminado de su cuenta de Instagram la mayoría de las imágenes en las que aparecía junto al futbolista, un gesto que manifiesta su enfado con su marido. Desde su ingreso en prisión el pasado viernes, Alves ha dado tres versiones y finalmente ha reconocido ante la jueza que habían existido relaciones sexuales con la demandante en el baño de la discoteca, algo que había negado en un primer momento.
Tras la presión mediática, su mujer decidió publicar un vídeo el martes en el que explicaba la complicada situación que estaba viviendo: «He perdido los dos únicos pilares de mi vida. Tengan un poco de empatía. Pido por favor a los medios de comunicación que están fuera de mi casa que respeten mi privacidad en este momento. Mi madre ha fallecido hace una semana. Apenas he empezado a asumir que ella ya no está como para que me atormenten con la situación de mi marido».
Además, se mandó ánimos para sobrellevar estos duros momentos: «Ahora tengo un momento de calma dentro de toda la tempestad que tengo encima y quería aprovechar para agradecer de palabra a tantas personas que me están apoyando. Corazón, aguanta tanto dolor por favor». Ahora, tan solo dos días después, ha borrado de Instagram muchos de sus recuerdos con Alves, incluso las fotografías de su boda celebrada en Formentera en el año 2017. La abogada Ester García López, que defiende a la denunciante, ha asegurado que rechazaría una eventual propuesta de acuerdo para evitar una condena del futbolista.
Ha manifestado que su cliente ha rechazado de forma «firme» y reiterada la posibilidad de recibir una indemnización por parte de su presunto agresor, a la que tendría derecho, dado que dispone de una buena posición financiera, y solo quiere que se haga justicia. «Su frase fue: 'Si hay dinero de indemnización en medio, no te voy a contratar'. Ella, desde el primer minuto, me dijo que no. Eso nadie lo sabe», ha indicado la abogada, recalcando que la decisión de su cliente no se trata de una estrategia.
Alves fue detenido el pasado 20 de enero en Barcelona, cuando se presentó a prestar declaración por la presunta violación de una mujer, que habría ocurrido el 30 de diciembre en una discoteca de Barcelona. El juzgado decretó la prisión incondicional para el deportista, que ahora está en interno en la cárcel Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires, en Barcelona. Tras su detención, los Pumas UNAM despidieron al lateral derecho de 39 años, que fichó por el club mexicano en julio de 2022 para prepararse para el Mundial.
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