Así, el dueño del Real Mallorca ha sido apartado de la dirección y la gestión de las franquicias de los Phoenix Suns (NBA) y Mercury (WNBA) por espacio de un año. Además, ha sido castigado con una multa de 10 millones de dólares y deberá completar un proceso de capacitación centrado en el respeto y la conducta adecuadas en el lugar de trabajo, según relata la nota publicada por la NBA.
La notificación de la NBA no obligaría a Sarver a deshacerse de sus participaciones y acciones en el Real Mallorca, centrándose su resolución en la actitud mostrada durante su gestión al frente de la propiedad de los Suns, y en consecuencia de los Mercury, las dos franquicias de la NBA y WNBA de Phoenix. Esa sanción económica es, además, la máxima permitida por la liga estadounidense, que donará ese importe a asociaciones que trabajan contra la discriminación por sexo o raza.
Según el informe y la resolución de la NBA, Sarver dijo la palabra 'N' (nigger, término despectivo para referirse a la gente de color), por lo menos cinco veces al hacer balance de las declaraciones de otros. De la misma manera, hizo comentarios inapropiados vinculados con el sexo y en referencia a la apariencia física de las mujeres, mostrando además una conducta física inapropiada hacia los hombres. Desde la NBA, reafirman su idea de estar «comprometidos en un trato severo» hacia este tipo de actitudes.
Entre las conclusiones de esa investigación, la NBA pudo atestiguar, tras recoger los testimonios de numerosas personas involucradas (unas 320 refiere el comunicado de la liga), que Sarver «participó en conductas injustas hacia las empleadas, hizo comentarios relacionados con el sexo en el lugar de trabajo, hizo comentarios inapropiados sobre la apariencia física de las empleadas y otras mujeres, y en varias ocasiones sobre la conducta física inapropiada de los empleados varones». Además, se añade que Sarver también «se involucró en el trato degradante y duro de los empleados, incluso gritándoles y maldiciéndolos».
Como se refleja en el informe, Sarver informó a los investigadores de sus esfuerzos personales y profesionales para promover la diversidad, la equidad y la inclusión, incluidas las prácticas de contratación en la organización Suns/Mercury y sus contribuciones a causas de justicia social y racial. La investigación no concluyó que la mala conducta de Robert Sarver en el lugar de trabajo estuviera motivada por una animadversión racial o de género.
«Las declaraciones y la conducta descritas y halladas a lo largo de esta investigación independiente son preocupantes y decepcionantes», dijo el Comisionado de la NBA, Adam Silver. «Tengo la esperanza de que la comunidad de la NBA aprovechará esta oportunidad para reflexionar sobre los valores de respeto, igualdad e inclusión que representa nuestro deporte», prosiguió. «Todos debemos reconocer el impacto corrosivo e hiriente y el comportamiento racialmente insensibles y degradantes», sentenció el dirigente.
El CEO de Negocios del Real Mallorca, Alfonso Díaz, confirmó que esta decisión no afectará de manera directa al día a día del club balear y destacó, además, la actitud de la capacidad de gestión de Sarver y el resto de accionistas estadounidenses en lo que a la entidad se refiere.
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