Por la primera ronda, los checos, cuartos favoritos, dominaron el duelo en la primera manga y estuvieron con un 5-3 en la segunda, con su saque para definir el pleito.
Sin embargo, el binomio hispano-argentino logró recuperarse y se impuso por 10-7 en el super desempate en un partido que se extendió por una hora y 30 minutos.
Nadal, actual número cuatro del mundo, había afirmado que el objetivo de jugar este encuentro de dobles, con su amigo 'Pico' Mónaco, es para seguir sumando minutos en busca de su mejor preparación.
Esta presentación marcó el regreso del ex número uno del mundo a la arcilla del Buenos Aires Lawn Tennis, donde se había presentado por última vez en 2005.
«Volver a jugar aquí es importante y emocionante. Estoy con una gran motivación y para jugar ante un público que me genera gran ilusión», afirmó Nadal tras el triunfo.
«El público nos ayudó mucho porque estuvimos muy cerca de perder. Juego poco dobles al año e intento jugarlo con amigos. Esperemos que nuestra buena racha continúe en este torneo», completó.
«Para mí es especial jugar en mi país con un amigo y un jugador excepcional como es Rafa. Peleamos hasta el final, no nos dimos por vencido y logramos revertir un encuentro que venía complicado», añadió Mónaco.
El mallorquín, que viene de caer en semifinales en el ATP 500 de Río de Janeiro, debutará el jueves en individuales ante el local Facundo Argüello.
Mónaco, que hoy quedó fuera del equipo albiceleste de Copa Davis tras siete años ininterrumpidos representando a su país, se medirá con su compatriota Leonardo Mayer.
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