El centrocampista del Real Zaragoza Antonio Galdeano "Apoño" (i) pelea un balón con el delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo. | Efe

Zaragoza 1 - 1 Real Madrid

Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Alvaro, Abraham; Edu Oriol (Wílchez, min.82), Movilla, Apoño (Romaric, min.53), Montañés; Rodri (Víctor, min.63) y Postiga.

Real Madrid: Diego López; Arbeloa (Ozil, min.61), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Essien, Modric; Callejón (Di María, min.61), Kaká (Khedira, min.61), Cristiano Ronaldo; e Higuaín.

Goles: 1-0. min.6. Rodri; 1-1. min.38. Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Undiano Mallenco, del C. Navarro. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Alvaro, Rodri y Loovens y a los visitantes Sergio Ramos, Arbeloa y Modric.


El Real Zaragoza arañó un punto ante un Real Madrid que pareció jugar con el freno de mano echado en bastantes momentos, quizá con el compromiso de Liga de Campeones de la próxima semana en mente, y que reaccionó demasiado tarde para lograr la victoria.

Al conjunto zaragozano el empate le sirve para poco, pero al menos moralmente debe suponer un espaldarazo para el complicado calendario que tiene por delante, ya que mejoró notablemente la pésima imagen que estaba ofreciendo desde que se inició la segunda vuelta, donde todavía no conoce la victoria.

De haber jugado todos los encuentros como contra su rival de hoy posiblemente su situación sería bien diferente.

En la primera parte, el Real Zaragoza fue valiente y buscó a su rival, mientras que el Real Madrid jugó con un ritmo controlado y sin dar la sensación de exprimirse al máximo.

Tras el descanso, el poderío foráneo empujó a su oponente hacia su portería pero el equipo zaragozano no se desordenó y aunque los madrileños pudieron haber decantado el partido a su favor, también estuvieron a punto de perderlo.

Para el conjunto local el encuentro no pudo comenzar mejor. Un robo de balón en el centro del campo propició una rápida contra que culminó Rodri con acierto en el minuto 6.

A pesar del tanto, el equipo de Manolo Jiménez no renunció al planteamiento inicial, que era una defensa muy adelantada y fuerte presión en el centro del campo.

El Real Madrid buscó al principio dominar el juego con pases reiterados pero viendo que su rival estaba bien asentado y que era complicado entrar jugando en la maraña aragonesa, porque además Luka Modric apenas entraba en juego, intentó poco a poco jugar más balones a la espalda de la defensa, aunque la mayoría de ellos suponían caer en fuera de juego.

Cristiano Ronaldo y Rodri pudieron modificar los guarismos del marcador, pero la mejor oportunidad llegó en el minuto 27 en un barullo en el área zaragocista tras una mala salida del meta Roberto. Pepe tocó de cabeza flojo y el central holandés Glenn Loovens, sobre la misma línea de gol, evitó que el balón se colara en la portería.

El equipo aragonés se defendía bien y, sobre todo, salía con velocidad a la contra, algo que parecía haber olvidado en encuentros precedentes, mientras que su rival daba la sensación de estar centrado en el aspecto ofensivo pero no tanto en el defensivo porque la presión era casi inexistente.

Cuando menos sensación de peligro estaba mostrando el conjunto de José Mourinho su compatriota Cristiano Ronaldo llevó el empate al marcador al aprovechar un rebote al borde del área y marcar de disparo raso, en el minuto 38, ante un Roberto que tapó mal su palo.

A renglón seguido el meta local detuvo de forma espectacular un cabezazo de Michael Essien que hubiera supuesto que los visitantes se hubieran colocado por delante.

A pesar de ello, los zaragocistas no le perdieron la cara al partido y ya en las postrimerías del primer periodo, en dos contraataques hicieron trabajar a Diego López, que estuvo acertado en sendos disparos.

Nada más iniciarse el segundo periodo, el Real Madrid volvió a tener la opción de adelantarse en el marcador en una doble jugada, pero primero Roberto le ganó un mano a mano a Cristiano Ronaldo y después la fortuna se alió con los propietarios del terreno, porque Essien mandó el rebote al poste.

Con un triple cambio en el minuto 61, Mourinho quiso ir decididamente a por el partido dando entrada a Di María, Ozil y Khedira.

Obligado por el dominio merengue, el Zaragoza dio un paso atrás con respecto a la primera mitad, pero no renunció a seguir saliendo con velocidad a la contra, aunque le faltaba un último pase que dejara en ventaja a sus atacantes o un remate preciso.

Estuvo a punto de lograrlo en un par de ocasiones del portugués Helder Postiga pero Diego López no quiso ser menos que Roberto y salvó a su equipo en un último cuarto de hora, en el que también los visitantes buscaron el triunfo ante un Real Zaragoza que defendió su punto con uñas y dientes.