Deschamps, que ya hace cuatro años se encontró con un tercer partido sin nada en juego, sabe que es una oportunidad para implicar a todo el grupo en la aventura mundialista y probar nuevas opciones tácticas, y no esconde que hará rotar al equipo, aunque tampoco da ninguna pista sobre quiénes dejarán el puesto de titular. Empezando por la portería, donde Hugo Lloris aspira a convertirse en el jugador con más partidos internacionales a sus espaldas igualado con Lilian Thuram, a menos que el seleccionador dé entrada al veterano Steve Mandanda, que todo el mundo designa como una pieza clave en la vida de grupo de Francia. El técnico puede hacer probaturas en defensa, la línea menos estable del equipo, y sumar nombres al centro del campo, la que parece más sólida, junto con la delantera. Aunque el seleccionador asegura que «Mbappé no tiene ego», todo apunta a que no frenará sus meteóricas estadísticas, por lo que figurará en el once de partida, al igual que Antoine Griezmann, que en su nueva demarcación de enganche precisa de rodaje.
Con respecto al último duelo, se perfilan al menos siete cambios en la alineación de partida, en la que una de las novedades puede ser que Eduardo Camavinga ocupe el lateral izquierdo, para sumar una segunda opción a ese puesto, junto a la de Theo Hernandez, tras la lesión de su hermano Lucas.
Deschamps no quiere relajación para una selección que persigue su séptima victoria mundialista consecutiva, su mejor racha histórica, lo que le igualaría a la Italia de los años 30 y le colocaría a cuatro del récord que posee la Brasil de los Mundiales de 2002 y 2006.
Túnez, por su parte, busca precisamente encontrarse con una campeona menos enchufada que habitualmente para conseguir su primer pase a octavos de final, para lo que necesita, además del triunfo, que Australia y Dinamarca empaten o que los escandinavos venzan a los oceánicos por menos goles que ellos. Una carambola difícil pero no imposible para una selección que está dejando mejor imagen que resultados en este Mundial, con 27 remates en sus dos primeros partidos en los que no ha estrenado su casillero. La táctica defensiva de Jalel Kadri tendrá que abrirse un poco para buscar un triunfo frente a la campeona del mundo, lo que puede cambiar la costumbre de las "águilas de Cartago", una selección compuesta de muchos jugadores que militan en la liga de su rival del miércoles.
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