Varios momentos de la prueba. | Laura G. Guerra

La Regata Palma-Melilla-Palma 2024, celebrada este mes de noviembre, concluyó el pasado día 16 con un rotundo éxito en su primera edición.

Organizada por el Real Club Náutico de Palma (RCNP), la Clase Mini y la Real Federación Española de Vela (RFEV), esta prueba de 1.000 millas náuticas (nm) en formato double handed puso a prueba la destreza y resistencia física y mental de los regatistas.

Cada embarcación fue tripulada por dos navegantes responsables de toda la navegación, maniobras y gestión del barco durante la competencia, lo que convierte a esta regata en un desafío de gran exigencia.

STP Shipyard Palma, base del Cristalmina Majorica durante todo el proceso de construcción y mantenimiento previo a la regata, jugó un papel importante en el éxito de la embarcación en la Palma-Melilla-Palma 2024. Además de ser patrocinador del equipo, STP ayudó en la puesta a punto del barco, ofreciendo un espacio en sus instalaciones para asegurar que estuviera en las mejores condiciones para afrontar los retos de la regata. La estrecha colaboración entre el Cristalmina Majorica y el varadero de Palma garantizó que la embarcación estuviera lista para competir con toda seguridad y fiabilidad.

Hugo Ramón, patrón y principal impulsor de la regata como vocal de vela del RCNP, destacó la importancia de contar con el apoyo de STP Shipyard Palma: «El respaldo logístico y técnico que hemos recibido de STP ha sido esencial para asegurar que el Cristalmina estuviera en perfectas condiciones para la regata. Este apoyo es clave no solo para el rendimiento en competición, sino también para nuestro objetivo: la Mini Transat 2025».

Marina Ibiza, por su parte, actuó como puerto base para la embarcación de apoyo, que acompañó a los competidores durante el tramo de Palma a Ibiza y en el regreso, garantizando la seguridad y el apoyo logístico durante el recorrido.

Gracias a las millas acumuladas en esta regata, Hugo Ramón ha logrado posicionarse más cerca para una de las competiciones más prestigiosas de la vela oceánica, que tendrá lugar el próximo año. "Ha sido una regata increíblemente exigente, tanto como organizador como regatista. A pesar de las dificultades, lo más importante es que hemos conseguido lo que nos propusimos: sumar las millas necesarias para competir en la Mini Transat 2025", afirmó Ramón.

La Mini Transat es una regata transatlántica en solitario que pone a prueba las capacidades de los navegantes en un entorno extremo, lo que hace que cada milla cuenta como un valioso entrenamiento en alta mar. La Regata Palma-Melilla-Palma ha sido una oportunidad para muchos de los participantes de sumar esos kilómetros necesarios en su preparación para este evento internacional de alto nivel.

La Palma-Melilla-Palma A2 ha sido calificada en su primera edición como la prueba más importante del circuito Mediterráneo, consolidando su relevancia en el calendario de regatas.