Los primeros compases fueron de claro dominio visitante. El Castellón era el que tenía el balón y amenazaba la portería ibicenca. De hecho, nada más empezar estuvieron a punto de adelantarse en un grave error defensivo, que pudo solventar la portera, achicando espacio.
Le costaba mucho salir con el balón al San Pablo ante la presión castellonense. El dominio era totalmente visitante, pero lo que llegó fue el tanto local. Una buena presión y un error en la salida de balón permitió a Yara hacer el 1-0 con un buen disparo cuando se iba camino de cumplir el minuto cinco.
El gol sentó bien a las de Ca N’Escandell y mal a las castellonenses que empezaron a perder muchos balones, permitiendo alguna ocasión local, pero sin encontrar portería. Estaba mucho más parejo el encuentro, pero en una buena jugada colectiva, el balón le llegó a Sara que hizo el 1-1 con un disparo colocado. Minuto ocho y todo igualado otra vez.
El partido estaba mucho más parejo, sin grandes ocasiones, pero la sensación de que el gol podría llegar en cualquiera de las porterías. A falta de poco más de siete minutos la tuvo Kailany en un acción de estrategia, pero la portera respondió bien. Acto seguido, fue Mirta la que no estuvo fina en un mano a mano. A falta de cuatro, a Sofi se le escapó un disparo colocado. Empezaba a merecer el segundo el San Pablo, pero no llegó y con el 1-1 se marchó el partido al descanso.
La segunda parte arrancó con ocasiones para las locales, con una Sofi monopolizando el aque, pero también sin puntería. Tras estas primeras llegadas ibicencas, fue el turno del Castellón con un par de bonitas jugadas que desbarató la guardameta Tati. Poco después, la propia Tati tuvo que hacer dos intervenciones de mérito de manera consecutiva para mantener el empate.
Tenía ritmo el encuentro y Federica y Camila estaban a punto de hacer el 2-1, pero sus disparos se fueron cruzados en exceso. Nuevo paradón de Tati y otro gol que se le escapaba a Sofi en una gran acción de estrategia. A falta de cuatro minutos era Yara la que la tenía. Era un vaivén.
El jarro de agua fría llegó a falta de un minuto y 10 segundos, cuando Ana aprovechó un rebote en el palo para marcar a portería vacía. No hubo tiempo para mucho más y la derrota del San Pablo se confirmó.
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