El partido entre la Penya Independent y el Andratx disputado en Sant Miquel acabó con una pelea entre varios futbolistas. Los hechos se produjeron al finalizar el encuentro con un marcador favorable para los de Sant Joan por 3 a 1.

En ese momento, los jugadores de ambos equipos se encararon y, según se puede ver en el vídeo, un jugador del equipo local agrede a uno del Andratx, que acabó en el suelo. En las imágenes también se ve cómo saltan algunos aficionados de ambos de equipos para separar a los futbolistas de ambos equipos. El árbitro mostró roja directa al futbolista de la Penya Independent que agredió y a última hora de la noche todavía no estaba colgado el acta para conocer más posibles infracciones.

Según recoge Ultima Hora, el padre del jugador agredido, que es menor de edad, tenía previsto acudir al PAC y al cuartel de la Guardia Civil para interponer la denuncia.

Desde la Penya Independent han hecho un comunicado que han compartido en sus redes sociales y es el siguiente texto:

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"Queremos expresar de forma clara y contundente nuestra postura en contra de cualquier tipo de violencia en el deporte. Creemos firmemente en los valores de respeto, compañerismo y juego limpio, los cuales son pilares fundamentales de nuestra institución.

Nos dirigimos a nuestra afición, socios y comunidad en general para informar que el agresor ha sido identificado y, en consecuencia, se tomarán las medidas disciplinarias pertinentes dentro del club.

Reafirmamos nuestro compromiso de crear un entorno seguro y respetuoso para todos los integrantes del club y para los equipos con los que competimos. No toleraremos actos que pongan en riesgo estos valores y continuaremos trabajando para fomentar un ambiente de respeto en cada uno de nuestros partidos. La educación en valores y el ejemplo que mostramos son fundamentales para construir un ambiente respetuoso en nuestro deporte".

Estos hechos se producen sólo una semana después de que Ibiza viviese otro episodio de violencia, en esta ocasión verbal. Se trata de lo ocurrido en Santa Eulària en un partido de benjamines, donde unas aficionadas increparon al árbitro que dirigía el encuentro.