Una acción de un partido de esta temporada. | Alejandro Mellon

El Trasmapi Gobycar Citubo UD Ibiza HC Eivissa ha caído este sábado (27-23) en su visita al Sinfín Santander. Los ibicencos han estado relativamente bien hasta el descanso, pero en la segunda parte sufrieron un atasco monumental en ataque que definió el partido.

Los primeros minutos fueron para las defensas y el primer tanto no llegó hasta pasado el minuto tres, cuando los locales abrieron la lata. Cada gol costaba un mundo, pero, poco a poco, iban subiendo al marcador y la primera pequeña ventaja llegó con el 6-3 para los locales en el minuto 12.

El 7-3 obligó a pedir tiempo muerto a Eugenio Tilves, que no quería que el partido se le escapase. El equipo reaccionó un poco y al paso por el minuto 20 se volvía a meter en el partido con el 8-6. Más aún con el 8-7 y el 8-8, que anotó Basualdo. Con el empate fueron los locales los que pararon el partido con un tiempo muerto. Les vino bien pues los cántabros pasaron del empate al 10-8.

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En los últimos cinco minutos del primer tiempo, hubo un intercambio de golpes con tantos en ambas porterías y con los ibicencos saliendo vencedores. que redujeron esa pequeña ventaja hasta conseguir el empate a 11-11 con el que se fueron al descanso. Había mucho partido por delante.

O eso parecía, ya que, en la reanudación, salió mucho más enchufado el Santander. Los locales metieron un parcial de 3 a 0 en los primeros cinco minutos para marcharse en el marcador (14-11). No estaba contento con lo que estaba viendo Tilves y con el 15-12 y una sucesión de malos ataques pidió tiempo muerto para buscar un poco de calma y sentido. La defensa estaba siendo buena, pero el ataque era muy mejorable.

El toque de atención no cambió prácticamente nada. La tónica siguió siendo la misma y eso permitió que los locales poco a poco fuesen abriendo hueco. El 20-14 a falta de menos de 15 minutos empezaba a ser una herida prácticamente mortal. Los minutos iban cayendo y la realidad es que al paso por el 20, eran sólo cuatro los goles anotados en este tiempo del segundo tiempo. Una cifra paupérrima y con la que es imposible sacar algo positivo.

En los minutos finales, el Santander jugó con la tranquilidad de un encuentro sentenciado. El duelo fue muriendo hasta el definitivo 27-23.