—¿Cómo se presenta la temporada?
—Como todos los equipos ACB, con ilusión por lo que va a empezar y sabiendo que va a ser complicado. Es una liga muy competitiva, con un grupo de ocho o 10 equipos que va a luchar por el playoff y un grupo, en el que estamos nosotros, que va a estar peleando por ser el mejor en la otra parte de la tabla, con presupuestos más bajos. Ahí entramos nosotros y, por ejemplo, el Zaragoza, el Bilbao, el Lleida o el Girona. No hay que olvidar que el Baskonia el año pasado no se clasificó para el playoff, lo que da una visión de lo que es la Liga ACB.
—¿Qué le parece la plantilla que ha confeccionado su club este año?
—Hemos hecho una buena plantilla. Empezamos la liga con alguna lesión, pero creo que hemos hecho un plantel bastante equilibrado. La marcha de Montero es muy difícil de suplir porque es uno de los mejores de la liga, pero entre algunos buenos fichajes y jugadores que se han mantenido tenemos una plantilla equilibrada. Ahora falta que esa visión que tenemos se plasme en el campo.
—¿Piensan únicamente en la permanencia o se puede mirar más allá?
—El objetivo es la permanencia ante todo. Luego, está claro que, si por lo que sea, el año va bien y hacemos números buenos, podemos mirar objetivos mayores, pero el principal es el de la permanencia. No estamos dentro de ese grupo de aspirantes a playoff. Queremos ir sumando victorias poco a poco y una a una.
—Lleva varios años en el Andorra. ¿Es ya casi más andorrano que ibicenco?
—Eso es imposible, pero la verdad es que estoy muy contento de donde estoy. Este es un club serio, pequeño pero, a la vez, con ambición. Hemos conseguido jugar dos veces Copa del Rey, dos semifinales europeas y playoff. Estamos ahí peleando por poner las cosas difíciles a todo el mundo y ser un equipo incómodo. Formar parte de un club así da gusto.
—¿Nota la diferencia de vivir en Andorra en lugar de Ibiza?
—Hace mucho que no vivo en Ibiza. Cuando voy es en verano y ya sabemos cómo es esa estación ahí. No tiene nada que ver con el resto del año. Sigo teniendo mi familia y mis amistades en la isla y, cada vez que tengo un fin de semana libre, me escapo. Esperemos que la Ibiza del verano vaya mejorando poco a poco a una mejor Ibiza y más sostenible, pensada no sólo para el turista, aunque ya sabemos todos desde pequeños que vivimos de ello. Sin embargo, no hay que olvidar nunca que la Ibiza de todo el año es la que tiene que mantener a la del verano.
—El baloncesto insular ha crecido mucho. ¿Cómo ve esta evolución?
—El aumento de población hace que puedas tener más gente para crear unas ligas mejores. Creo que, aun así, es un lugar difícil donde crear bastantes equipos en distintas categorías. La isla desde siempre ha tenido muchas disciplinas a alto nivel. El hecho de que el Sant Antoni juegue en Plata, con tan buenos números y tan buenas ligas en los últimos años, ha ido muy bien de cara a que la gente de Ibiza vea que se puede disfrutar de un baloncesto de alto nivel sin tener que estar en la ACB. En Plata también se puede ver. Lo bueno de este club es que ha conseguido que todo el baloncesto de la isla esté apoyando a un grupo de jugadores. En este sentido, el club lo ha hecho muy bien. Ha promocionado el equipo no sólo de cara a Sant Antoni, sino en toda la isla. Hay un ambientazo en cada partido y debe mantenerlo. Por otro lado, no debemos olvidar la cantera. Tanto las instituciones, a nivel económico e instalaciones, como los padres y participantes han de empujar. Así se está mejorando y se puede mejorar.
—¿Ve al CB Sant Antoni dando el salto a LEB Oro?
—Yo creo que lo bueno es que tiene los pies en el suelo. No se vuelven locos. No van sólo a fichar a golpe de talonario, sino a hacer un buen grupo y equipo, con una buena columna vertebral. Como cada año, será complicado. No hay que olvidar que tener el mejor equipo no significa que subas. Pregúntale a Estudiantes en LEB Oro o al Burgos, equipos de toda la vida en ACB con grandes presupuestos y que no logran subir. Tiene que haber una mezcla de inversión y buen ojo para crear un buen grupo. Ojalá el Sant Antoni tenga este año oportunidad de ascender. El año pasado se quedaron a una falta o tiro incómodo cerca del aro de subir. Lo bueno es que está en el camino. El camino es largo de trabajo y confianza, pero ojalá lo consiga este año.
—El Sa Real también juega este año en Tercera, otra muestra de que el baloncesto crece.
—También es una buena noticia. Todo lo que sea deporte en más o menos alto nivel ayuda a que los niños se vean reflejados. Ahora tiene la tarea de jugar en Tercera y tratar de mantenerse.
—¿Se imaginaba hace unos años este salto del baloncesto ibicenco?
—Desde hace muchos años a ahora, no me lo imaginaba. La base estaba muy tocada. Los clubes, si no tienen cantera o masa social, es difícil que se animen a hacer algo más. Yo creo que ahora sí que el Sant Antoni tiene esa masa social alrededor del equipo. Además, el Sa Real es un club histórico en la isla. Lo importante es no olvidar la cantera, que es la que te nutre no sólo de jugadores, sino de amantes del baloncesto.
—¿Se imagina algún año entrenando en un equipo de elite en Ibiza?
—Alguna vez he pensado que podría darse esa circunstancia. Si se diera, sería algo increíble, pero, por ahora, mi vida está enfocada en el Andorra y la ACB. Yo también he estado ya con el Andorra en LEB Oro. Nunca sabes lo que te va a deparar el Ibiza. Para mí, Ibiza es mi casa, mi tierra y de donde soy. Llevo toda la vida defendiéndola siempre que puedo. Para mí sería un orgullo que se diera esa circunstancia.
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