Mo Dauda, durante un partido con el Tenerife.

Mo Dauda ya es celeste a falta de la última firma entre los dos clubes. Desde la semana pasada se habla de la posibilidad de que el extremo desembarcase en Ibiza y la operación ya ha cristalizado. El atacante ghanés llega a la UD Ibiza en calidad de cedido hasta final de temporada. Se trata de un fichaje de campanillas, ya que es un jugador que viene de una categoría superior y que se espera que de un rendimiento importante en la isla.

Desde el inicio de verano se sabe que el Tenerife no contaba con él, pero tenía unas mayores pretensiones económicas para intentar contar con un mayor margen salarial para acudir al mercado. Finalmente, según las informaciones que llegan desde la isla canaria, parece que la operación ha llegado a buen puerto porque la UD Ibiza ha aceptado pagar el 75% de la ficha del futbolista, aunque otras informaciones hablaban de un 40%. En lo que coinciden todos es en que no habrá opción de compra. Según estas mismas informaciones, el acuerdo no se materializó antes por la irrupción del Andorra en las negociaciones.

Mo Dauda es un atacante que cuenta con 87 partidos en Segunda División en los que logró 13 goles y seis asistencias. Su mejor año fue el de su estreno en España, cuando anotó nueve dianas con el Cartagena, siendo uno de los jugadores más destacados de Segunda. Su espectacular año hizo que el Tenerife apostase fuerte por él, pero en el Heliodoro no terminó de encontrar su fútbol. De hecho, tras ir de más a menos, el pasado curso ya salió cedido en la segunda vuelta para acabar la temporada en las filas del Eldense.

Una salida

Lo que produce esta llegada es que se agoten las fichas libres no sub23 –sub23 quedarían dos– y el club busca un nueve veterano con el que completar el ataque. Esta posición también tiene nombre propio y es Quique González.   

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Hace un par de días, el periodista Ángel García aseguraba que la UD Ibiza había puesto un contrato muy potente encima de la mesa del delantero que se encuentra sin equipo tras acabar su relación con el Eibar. De hecho, tenía cartel en Segunda, pero lo elevado de su ficha en el conjunto vasco hacía inviable su fichaje para muchos equipos, ya que no lo podían encajar con el límite salarial al que obliga el fútbol profesional.

Así pues, la oferta celeste sería la mejor, pero el atacante todavía estaría escuchando otras posibilidades, ya que su amplia trayectoria hace que no sean pocos los que quieren contar con sus servicios.

Pero para que pueda llegar Quique González debe salir un jugador. Aquí todas las miradas apuntan a dos jugadores. Uno sería Abde, que ya salió cedido el año pasado rumbo al Sabadell. El otro, Arturo Molina que llegó en el mercado invernal procedente del Murcia como petición expresa de Guillermo Fernández Romo, que ya lo había dirigido en el Racing de Santander.

Todavía quedan unos cuantos días de mercado de fichajes y, además, en el caso de los jugadores libres no influye, pero la realidad es que la liga empieza este fin de semana y que el equipo ha demostrado en esta pretemporada que necesita algo más arriba.