Dani de la Rúa, lanzando a canasta durante la eliminatoria contra el Godella. | Irene Arango

El Class Bàsquet Sant Antoni está a un paso de abrir las puertas de la gloria, pero necesita una última gesta. El conjunto de Portmany, que entrena David Barrio, juega hoy en el pabellón de sa Pedrera (20.00 horas) el partido más importante de su historia. En juego está, nada más y nada menos, un ascenso a la LEB Oro. Pero para lograrlo, los isleños deberán ganar al Starlabs Morón por más de nueve puntos, ya que en la ida, jugada hace una semana en tierras sevillanas, se impusieron los andaluces por esa diferencia. El reto, aunque muy complicado, no es ni mucho menos imposible. Porque 40 minutos en el pabellón sanantoniense dan para mucho. Y más si está lleno hasta la bandera.

En sa Pedrera, los sueños se hacen realidad, pero queda el más grande, ese por el que todo el club ha estado trabajando durante ya una histórica temporada. Pase lo que pase, el Sant Antoni se ha convertido en el estandarte del baloncesto en las Pitiusas. Lo ha hecho con un trabajo serio, constante y con humildad. Pero la posibilidad de dar el salto a la segunda categoría del básquet masculino español es un premio mayúsculo. Puede significar un antes y un después. Nunca antes se había estado tan cerca y por eso los jugadores de Barrio se van a dejar la piel para alcanzar la gloria.

La plantilla de los sanantonienses se ha conjurado para darle la vuelta al 74-65 de la ida. La afición ibicenca se volcará con los suyos para dar el empujón necesario para lo que puede ser una remontada histórica. El Morón tampoco estará sólo en sa Pedrera, pero esta vez el Sant Antoni será mayoría y se tiene que hacer valer ese factor pista para abrochar el ascenso. La afición ibicenca no va a fallar, como nunca lo ha hecho en las grandes citas. Y esta es una de ellas.

Poner la guinda

Barrio manifestó que quieren «poner la guinda al pastel» que llevan «cocinando durante toda la temporada». «No va a ser fácil. Tenemos que levantar una desventaja de nueve puntos ante un muy buen equipo. En la ida hicimos un partido serio. Conseguimos el primer objetivo, que era sobrevivir, aunque no fue fácil. La desventaja fue por la diferencia de acierto entre los dos equipos. Creemos que eso lo podemos paliar en casa», declaró Barrio.

«Tenemos muy claro cuáles son sus puntos fuertes, sus jugadores a seguir y las situaciones que nos hicieron más daño en la ida. Hemos trabajado en ello durante toda la semana y sabemos en qué línea tenemos que ir. Vamos a intentar paliar las bajas que hemos tenido durante todo el playoff y en la recta final de la temporada, que nos han hecho competir peor de lo que nos hubiera gustado. No nos hemos quejado ni lo vamos a hacer. Ante un equipo como Morón, tendremos que poner más del cien por cien», añadió el entrenador del Class Sant Antoni, que ha sido el que ha llevado más lejos a los sanantonienses. Pero no se conforma y quiere más.

Según Barrio, será clave apoyarse «en un público espectacular» como es la afición ibicenca, que ha agotado todas las localidades disponibles para lo que será un llenazo histórico en Sa Pedrera. «Llevan acompañándonos durante todo el curso y vamos a intentar darle la última alegría de la temporada. Queremos poner el broche al sueño por el que llevamos trabajando tanto tiempo», terminó diciendo el entrenador de los portmanyins, que tiene las dudas de Llorca, Mollgaard e Iglesias. Se ha incorporado de nuevo a la disciplina del equipo Pablo Ferreiro, que todavía tenía ficha. Ya viajó para el duelo de ida en Morón de la Frontera, aunque no dispuso de minutos. Toda ayuda será poca para la batalla final de la temporada.

Adiós de Grimau

La suerte está echada y el Class Sant Antoni quiere hacer un partido redondo para lograr el ansiado ascenso. Será, además, el último partido oficial del gran capitán Jordi Grimau, que anunció su retirada del baloncesto en activo al acabar la presente temporada. El talentoso jugador catalán quiere despedirse dejando a su Sant Antoni en la LEB Oro. Será una noche de grandes emociones. Lo mejor está por venir.