Febrero arrancó con una pírrica victoria de los unionistas contra el colista de la categoría, el filial del Granada. El cuadro ibicenco se tuvo que conformar con un 1-0 en el Estadio Municipal de Can Misses en la que fue, sin lugar a dudas, una de sus peores actuaciones. Un solitario gol de Soko desequilibró la balanza en un encuentro para olvidar, en el que los pupilos de Guillermo Fernández Romo acabaron prácticamente pidiendo la hora. Se llevaron los tres puntos y se auparon al coliderato.
Fue el principio de una crisis que se trasladó acto seguido al marcador. La Udé empató a colación sin goles con el Atlético Sanluqueño en casa en la vigesimotercera, dejando pasar la oportunidad de situarse líder en solitario dado que el conjunto orellut también firmó tablas contra un Ceuta contra el que fue a remolque en el tanteador.
En el choque posterior, el de la vigesimocuarta jornada, el equipo celeste sufrió su primera derrota como visitante del curso en el feudo de un conjunto de la zona de descenso: el Linares (2-1). Fue un revés traumático para una UD Ibiza que desperdició otra ocasión para situarse primera en solitario. El Castellón había caído previamente y le bastaba con puntuar para escalar a la cima. Comenzó perdiendo, pero Gallar empató la contienda en el tiempo de descuento. Cuando todo hacía indicar que el 1-1 sería el resultado final y que los de Romo se situarían primeros, un balón a la espalda de la defensa unionista permitió a los andaluces llevarse los tres puntos en el minuto 93.
La mala racha se extendió con otro tropiezo en Can Misses en la vigesimoquinta jornada. La Udé volvió a pinchar contra otro equipo de la zona de descenso: el Mérida, contra el que empató a cero. Eso hizo que los celestes descendieran a la segunda posición dado que el Castellón sí sumó los tres puntos contra el Atlético Baleares.
Llegó entonces la hora de dar un golpe sobre la mesa en una especie de ‘final’ contra el Málaga, cuarto empatado con el tercero, el Córdoba, en la tabla y al que podía dejar atrás. Sin embargo, el cuadro de Guillermo Fernández Romo volvió a perder como visitante por segunda jornada consecutiva (1-0) y cerró la vigesimosexta jornada a cinco puntos del líder, que sí hizo los deberes posteriormente contra el San Fernando.
En un proyecto ganador como el de la UD Ibiza no se suelen permitir tantos errores. Con el playoff prácticamente asegurado puesto que aventaja en 17 puntos al sexto, los esfuerzos están centrados en acabar en la primera plaza, la única que brinda el ascenso directo. El banquillo celeste quema mucho cuando las cosas no van bien, tal y como lo demuestra la historia de esta UD Ibiza de Amadeo Salvo. Por tanto, no sería de extrañar que otro error tuviera consecuencias en el cuerpo técnico.
El club no se cortó un pelo a la hora de cambiar de entrenador cuando se ha te nsado la cuerda. Así, David Porras fue despedido tras perder en la primera jornada del debut en Tercera. Juan Carlos Carcedo, el técnico del ascenso, también vio finiquitado su contrato tras el último partido de 2021 pese a que la Udé, debutante en Segunda División, estaba fuera de la zona de descenso. El curso pasado, Javier Baraja duró 12 partidos y su sustituto, Anquela, no tardó ni un mes en ser despedido.
Con estos antecedentes, si el partido contra el Málaga tenía tintes de final, el de este domingo (Can Misses, 12.00 horas) contra el Algeciras lo tiene aún más.
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