El duro golpe sufrido anteayer acabó con dos grandes rachas de los celestes. Por un lado, se puso fin al hecho de contar sus partidos por victorias en casa y, por otro, perdieron la condición de invictos. Anteriormente, los unionistas habían vendido al Atlético Baleares (1-0), el Linares (4-1), el Real Murcia (3-1) y el Recreativo de Huelva (5-2) como locales. En su quinto partido en Can Misses, la Udé hincó la rodilla, un revés que también puso fin a nueve jornadas seguidas sin perder, ya que, además, a domicilio había superado al Córdoba (2-3), el Alcoyano (0-2) y el Granada B (0-1), y había empatado con el Atlético de Madrid B (1-1) y el Sanluqueño (1-1).
Estas dos no fueron las únicas rachas que se truncaron el fin de semana. Guillermo Fernández Romo, técnico del equipo ibicenco, tampoco había conocido el sabor de la derrota en casa en su trayectoria en Primera RFEF, donde experimenta su segunda campaña.
Al frente del Racing de Santander, convirtió El Sardinero en un fortín en dicha categoría. Sólo cinco equipos rascaron un empate allí. No supo lo que es perder en los 18 encuentros del curso 2021-22 como verdiblanco en Primera RFEF –el Extremadura fue expulsado y no se pudieron completar los 19 encuentros previstos en casa– ni tampoco en los cuatro primeros de esta temporada con la UD Ibiza, totalizando 22 encuentros seguidos en casa sin hincar la rodilla. En el vigesimotercer encuentro en su estadio, Romo vio cómo el Intercity rompía su buena racha.
El apunte
Doble desplazamiento y ‘ministage’ en tierras extremeñas a la vista
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