Guillermo Fernández Romo dio entrada de inicio a sus dos puntas: Obolskii y Cedric. Eso sí, no varió el sistema y este último jugó más por detrás del ruso que de ariete. Incluso a veces caía a banda.
El conjunto unionista salió más enchufado al partido y no tardó en hacerse dominador del juego. Eso sí, hilvanar jugadas de peligro no le era fácil. No hay que olvidar que los andaluces llegaron a Can Misses siendo el segundo equipo menos goleado en lo que va liga, sólo superado por el Ceuta en esta estadística.
Eso sí, en el minuto 11, los locales tuvieron una buena ocasión para desnivelar la balanza. Gallar encontró a Cedric en el área, no muy lejos del punto de penalti, y el delantero chutó raso a las manos del portero, que despejó el balón como pudo. La réplica la dio Llorente con un disparo desde el vértice del área que atrapó Sequeira con una sencilla estirada.
Ante la falta de ocasiones, el juego a balón parado podía marcar la diferencia y así fue. Pasado el primer cuarto de hora, Eugeni marcó de falta directa con un zapatazo bajo al palo del portero. El Linares no supo encajar el golpe y la Udé pudo ampliar su renta en un pase en profunidad de Soko a Cedric, cuyo remate tapó bien el portero. También Soko, en una acción individual, pudo poner tierra de por medio, pero, tras hacer lo más difícil, disparó excesivamente cruzado, prácticamente al banderín de córner.
Cuando nada hacía pensar que el cuadro de Óscar Fernández reaccionaría, llegó el empate. Álex Oyón envió un pase profundo a Hugo Díaz, que se guisó el gol él solo. Avanzó hasta el vértice del área, recortó al defensor y lanzó un chut raso al palo corto, al cual no supo responder Sequeira. Primera media hora de juego y empate a uno en el marcador.
El tanto cortocircuitó las ideas de la Udé. No es que los ibicencos hubieran tenido infinidad de ocasiones para marcar, pero habían hecho méritos para, al menos, ir por delante en el marcador. Sin embargo, el fútbol no siempre entiende de justicia y la realidad era que ambos equipos habían sido capaces de marcar un gol.
El equipo de Guillermo Fernández Romo trató de insistir sobre la meta rival, pero el subidón del Linares por el gol impidió que hubiera huecos suficientes atrás como para que le hicieran daño. A la UD Ibiza le costaba encontrar a Obolskii y la única vez que lo hizo fue en fuera de juego, por lo que su disparo, que había terminado en manos del guardameta, ni siquiera tuvo validez, como tampoco lo tuvo una diana posterior anulada por falta en el área.
Tras el descanso, el decorado cambió en un abrir y cerrar de ojos, concretamente en minuto y medio. Ese fue el tiempo que necesitó Soko para cabecear a la red un centro de Javi Jiménez y subir el 2-1 al marcador. El conjunto jiennense se vino abajo. Soko siguió haciendo daño por el costado derecho ante un Linares que desapareció del mapa.
La puntilla llegó a falta de 20 minutos desde el punto fatídico. Obolskii fue objeto de penalti por parte de Molina y Gallar no perdonó desde los 11 metros.
Con el 3-1 en el tanteador, el partido estaba ya decidido. Los visitantes no supieron levantarse del golpe y la Udé enfiló el camino hacia una nueva victoria, la cuarta en cinco partidos. Y lo hizo, además, por 4-1, ya que Rubén Díez aprovechó un regalo del portero en el tiempo de descuento para aumentar la goleada.
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