Tras las celebraciones no hay tiempo para el descanso. La Penya Independent ya está trabajando de cara a la próxima temporada y el objetivo es muy firme: crecer hasta dónde se pueda. «Ya lo dije el año pasado tras ascender a Tercera RFEF, que no me iba a poner límites y que íbamos a intentar llegar lo más arriba posible. Vuelvo a decir lo mismo. Llegaremos hasta lo máximo que podamos». Son palabras de Toni Curuné. El presidente de los de Sant Joan es ambicioso y tiene claro que van a hacer un equipo muy competitivo.
Pero para esto deben profesionalizar el club. «Somos un equipo que ha estado muchos años en categoría regional y ahora hemos crecido muy rápido. Tenemos que mejorar en todas las áreas, debemos profesionalizarnos porque esta nueva categoría así lo exige», explicó Curuné.
El primer paso ya lo han dado. Ya tienen cerrado a un director general, Carlos Guerrero, que se encargará de todo el área deportiva. Se trata de un hombre con gran experiencia como responsable de cantera de varios equipos de Primera División y que se anunciará en los próximos días.
La siguiente línea maestra es la continuidad de Mario Ormaecha. El club quiere que el técnico siga después de conseguir los dos ascensos, pero en estos momentos el nuevo director general y el entrenador se encuentran en conversaciones para construir juntos el presente y futuro de una plantilla que sufrirá modificaciones. «Nuestra ilusión es que Mario siga con nosotros porque es un entrenador que nos ha dado dos ascensos. Yo sinceramente espero que las conversaciones acaben en buen puerto», relató el presidente.
Más allá de todo esto y en lo que a la plantilla se refiere, Curuné aseguró que no será él quien se preocupe de eso:«La verdad que no sé si haremos muchos cambios o no. Lo único que sé es que tendremos una plantilla muy competitiva. Esto es trabajo del director general que para eso lo hemos traído y será él el que se encargue, con el entrenador, de hacer un equipo.
Lavado de cara al campo
Otro aspecto importante es que las instalaciones de Sant Miquel tendrán que llevar a cabo unas reformas para adecuarse a las nuevas exigencias de la RFEF. En este sentido, Curuné anunció que tendrá una reunión con el Ayuntamiento en los próximos días: «En el pueblo todo el mundo está muy ilusionado y nos han transmitido voluntad de mejorar y ayudarnos en todo lo posible».
Otro aspecto no menos importante es el tema económico. La nueva categoría requiere unos mayores ingresos para poder hacer frente a unos gastos que se verán notablemente incrementado tanto con los salarios de los jugadores, como con los viajes a la Península. Así pues, desde el club esperan una mayor ayuda institucional, así como poder ir de la mano de la empresa privada con diferentes patrocinios.
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