La grandeza de los equipos se mide en su capacidad de reacción en los momentos difíciles. Este sábado, el Class Bàsquet Sant Antoni demostró que es un gran conjunto, dando carpetazo a la derrota sufrida una semana antes frente al Brisasol CB Salou A. Con el orgullo herido tras aquel tropezón, los de Portmany superaron al Lobe Huesca La Magia a domicilio (61-80), firmando un completísimo partido. Una victoria cómoda pero muy trabajada, que devuelve la sonrisa al conjunto entrenado por Carles Flores. Los isleños, que ya acumulan 16 triunfos en la fase regular, siguen en la zona privilegiada del grupo Este de la LEB Plata.
Flores había pedido en la previa del encuentro que sus jugadores dieran un paso al frente en la parcela defensiva. Y así fue. Contuvieron al rival y lo mantuvieron siempre a raya. Además, en ataque se encomendaron a su líder, Jordi Grimau. El capitán tiró del carro con 17 puntos (fue el máximo anotador del partido), pero también se apuntaron a la faceta ofensiva hombres como Mollgaard (con 12 puntos) y De la Rúa (con 10). Un total de diez jugadores aportaron puntos para los santonienses. En los aragoneses el máximo anotador fue Adom, con 11 puntos, pero su mejor hombre fue Jorge Lafuente, que con 8 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias firmó un 30 de valoración. Una gran actuación que no pudo con un concienciado Sant Antoni.
Desde el primer minuto el bloque balear estuvo enchufadísimo, para acabar dominando el primer cuarto por 7-19. La declaración de intenciones de los insulares era diáfana. No se podía fallar y además de vencer había que convencer. Los locales se activaron en ataque en el segundo cuarto, en el que anotaron 20 puntos, pero el Sant Antoni también estuvo fino en la parcela ofensiva con 21 puntos más sumados en su casillero. De esta manera, el choque se fue al descanso con el 27-40, con una diferencia de +13 para los de Flores.
El Sant Antoni siguió a la suyo en el tercer cuarto, en el que su ventaja se incrementó hasta los 15 puntos. Grimau, con dos libres anotados, fijó el 47-62. En el último ataque, el Huesca no encestó y los sanantonienses tenían medio partido ganado.
En el último acto, los de Flores siguieron muy compactos y no tuvieron fisuras. Tanto, que la renta continuó creciendo hasta pasar por encima de los 20 puntos. Un triple de Carreño estableció el 49-71 que sentenciaba el choque. Los de Flores no se descompusieron en ningún momento a pesar de la fe del Huesca. Así, el Sant Antoni llegó a estar 24 puntos por encima con dos puntos de Mollgaard (56-80). El danés puede ser un jugador clave en este tramo final de temporada. De ahí a la conclusión del choque, el Huesca maquilló un poco el resultado con un triple de Diego Gallardo y dos puntos más de Ndondo (61-80).
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