La Penya Independent asciende a Tercera

Este domingo, con el 3-0 de la ida, en cuanto el balón comenzó a rodar se vio a una Peña B que intentó salir a asustar. Nada más empezar, Antonio probó a Hortal con un potente disparo que salió centrado.

La oportunidad no amedrentó a los de Sant Joan, que se hicieron con el centro del campo. Los primeros 10 minutos se esfumaron sin apenas ocasiones de gol, pero sí con mucha disputa e intensidad. El ambiente estaba crispado y se notó sobre el terreno de juego y en la grada.

El primero de los locales pudo llegar en el minuto 12. Román se fue de forma magistral por la banda derecha, pero su peligroso centro no encontró rematador. La réplica de la Penya Independent llegó en el 18. Un gran pase dejó a Dani Reales en el mano a mano con Sisamón. Le quiso regalar el gol a Adrián Ramos, pero Álvaro interceptó un pase que era mortal.

Esta ocasión fue la antesala del primero. En el 22, Bilal le robó el cuero a Nino en la salida de balón. El extremo se lanzó hacia Sisamón, al que superó con un regate, y tuvo tiempo para introducirse con el balón en la portería y desatar la locura en la parte naranja de la grada.

Con el 0-1, la eliminatoria se puso todavía más de cara y la Penya Independent empezó a jugar con mucha más comodidad. El partido seguía siendo intenso. Había muchas faltas y protestas.

En esas estaba el partido cuando llegó el segundo de los de Sant Joan. Dani Reales aprovechó un pase atrás para marcar a placer y sentenciar por completo la final y el ascenso. 0-2, minuto 34.

Todavía faltaban por llegar más malas noticias para la Peña Deportiva B. En el 41 se quedó con 10 por la expulsión de Álvaro, que vio la roja directa por una dura entrada en una acción en la que llegó muy tarde.

Antes del descanso pudo producirse el tercero. En el descuento, Bilal volvió a intentar la misma acción del gol. Encaró a Sisamón en el mano a mano, se fue de él y disparó a portería vacía. Nino llegó salvador para enviar el balón a córner. En el saque de esquina, Bilal saltó más que nadie para conectar un gran cabezazo, pero se encontró con una mano de Sisamón aún mejor.

Segunda parte

Nada más empezar la segunda parte, Dani Reales enganchó un balón que se estrelló en el larguero. La Penya Independent era dueña y señora del partido. Los visitantes lo tenían hecho y todo el mundo lo sabía. El ímpetu del filial peñista decayó y sólo alguna acción esporádica encendía a la grada local.

Así ocurrió a la hora de juego, cuando se reclamó penalti sobre Román. Adama se durmió y el atacante le ganó la partida. El central acabó derribando al jugador peñista y, aunque pareció una acción clara, el árbitro no señaló nada.

Cinco minutos más tarde, Reyes intentaba sorprender a Hierro, que acababa de entrar por Sisamón, con un disparo lejano. El delantero había recuperado el cuero en la salida de balón y había visto el portero adelantado. Mientras tanto, en la zona de grada de los aficionados visitantes se empezaban a entonar las cánticos de «a Tercera oé».

La única alegría de los de Santa Eulària en esta eliminatoria llegó en el minuto 69. El árbitro esta vez sí vio penalti sobre Leo en una acción en la que Reales sacó el brazo. Antonio tomó la responsabilidad y no falló con un certero lanzamiento a su izquierda. Con apenas 20 minutos por jugarse, la remontada seguía siendo una misión prácticamente imposible.

De hecho, estaba más cerca el 1-3 que el 2-2. Esa era la sensación que se respiraba sobre el terreno de juego. En el 80, Reyes perdonó el tercero. Recibió el balón dentro del área tras un rechace y con el portero completamente vencido no encontró los tres palos.

No perdonó en el 84 en una jugada individual en la que, tras irse de varios jugadores, acabó soltando un zurdazo para meter el 1-3 y desatar la locura por completo. Se quitó la camiseta y corrió hacia los suyos para festejar mucho más que un gol, para festejar el ascenso en su último día como futbolista.

No hubo tiempo para mucho más. Los últimos minutos transcurrieron sin que pasasen demasiadas cosas. Unos, pensando en la celebración; otros, hundidos por no haber podido lograr el ascenso.

El árbitro pitó el final y la celebración comenzó en Santa Eulària. Fue una fiesta naranja. Aficionados y jugadores a una. Sant Joan tendrá por primera vez en su historia un equipo en Tercera. La Penya Independent vivió su día más grande.