No pudo ser. No hubo remontada y la histórica temporada del Sant Antoni llegó este sábado a su fin. Los ibicencos claudicaron ante un Reina Yogur Clavijo que fue mucho mejor en la ida y también se llevó el partido de vuelta, mucho más igualado. El 79-88 es amplio para lo visto en Sa Pedrera, un polideportivo que se llenó hasta la bandera y apretó como nunca en busca de un milagro que no pudo ser. Al igual que en tierras riojanas el acierto fue esquivo y ahí se perdieron muchas de las opciones ibicencas.
El Sant Antoni salió muy acelerado, demasiado y eso se notó en los primeros ataques en los que también se vio que el triple no iba a ser el camino. Thompkins y Richards fallaron los dos primeros. Haro el tercero. Richards el cuarto. El quinto sí entro en un lanzamiento de Skuja que era el 3-2. El siguiente ataque triple fallado de Grimau. Demasiado lanzamiento exterior sin éxito.
En el otro lado de la pista, la movilidad del Clavijo causaba muchos problemas. En tres miutos 6-8 y cuatro personales ya para los ibicencos.
El acierto lastraba a un Sant Antoni que estaba muy bien en el rebote, pero que no aprovechaba las oportunidades de más y veía como el dominio en el marcador era riojano. Todo salía mal y tres pérdidas seguidas condenaban a un equipo que cada vez se hundía más (7-17).
La reacción llegó de la mano de Laron Smith. Un parcial de 6-0 volvió a meter al Sant Antoni en el partido, obligando al Clavijo a pedir tiempo muerto, pero no evitó que los primeros 10 minutos acabasen con un 15-17 en el luminoso. Había que recuperar 21 puntos para el milagro.
El segundo cuarto arrancó con dos canastas de los riojanos para enfriar los ánimos tras la reacción ibicenca. El partido era parejo, pero los tiros seguían sin entrar. Fue así durante todo el partido. Los portmayins acabaron el choque con un 8 de 37 en tiros de tres y un 7 de 15 en tiros libres. Solo el juego interior los mantenía en el encuentro, que llegó al descanso con un 36-37 gracias a un triple de Aleix Haro.
Tras el paso por vestuarios, salió muy fuerte el Sant Antoni que se puso por delante (41-39), pero nuevamente el Clavijo enfrió los ánimos. Una acción polémica que se saldó con cuatro tiros libres –tres por falta en el triple y uno por técnica– disparó la ventaja visitante hasta el 45-51. Fue entonces cuando Bilalovic entró en ebullición y ayudó a los suyos para reducir la ventaja.
Con el 60-60 se llegó a los últimos diez minutos. La remontada era imposible, pero sí se podía buscar una victoria que dejase un buen sabor de boca. Un triple de Antúnez y una canasta de dos encendieron Sa Pedrera, pero Berni García calló los gritos de «sí se puede».
En la recta final, las prisas aparecieron en el cuadro ibicenco que empezó a forzar con los tiros y el acierto volvió a desaparecer. Eso permitió que los visitantes, con muchos tiros libres, cogieran una bonita renta que supieron guardar. El partido murió con el 79-88 en el marcador.
El Sant Antoni lo intentó, pero no pudo. Sa Pedrera rindió tributo a sus jugadores que han hecho historia con una temporada para enmarcar. La ovación fue merecida para un equipo que en su primera temporada en LEB Plata se metió en playoff y llegó a la final de Copa tras ser campeón de invierno.
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