Apenas habían pasado dos minutos de juego cuando se sirvió el primer plato, demasiado fuerte para el aficionado ibicenco. Ander Martín aprovechó un rechace tras una buena parada de Germán para adelantar al filial donostiarra con un potente disparo desde la frontal del área. Antes de llegar al 10, el Sanse perdonó el segundo en una buena contra en la que Robert Navarro no supo definir tras un mal control.
Le costaba y mucho a los celestes en este primer tramo del partido, en el que no eran capaces de progresar con la pelota ante la buena presión de los de Xabi Alonso. Un par de balones al espacio para que corriese Álvaro Jiménez sin crear peligro y poco más.
Por su parte, los vascos eran dueños y señores del partido. Roberto López estuvo a punto de marcar un golazo desde prácticamente el centro del campo. Así se superaron los primeros 20 minutos de juego.
El dominio visitante era total y Roberto López, primero, y Ander Martín, después, pudieron hacer el segundo en dos acciones prácticamente seguidas. Seguían llegando los donostiarras y a la media hora de juego Roberto López estrellaba el balón en Goldar. Eran los peores minutos en casa de la era Paco Jémez.
La primera oportunidad ibicenca llegó en un disparo de Pape Diop que se fue rozando el palo. La ocasión espoleó a los de Can Misses, que elevaron sus prestaciones y en el 41 se sirvió el empate a los comensales. Como si se tratase de un restaurante con espectáculo, en una acción de escapismo, Herrera salió entre tres jugadores y acabó soltando un buen disparo ante el que nada pudo hacer Zubiaurre.
Antes del descanso pudo llegar el segundo de los vascos en un balón que se le escapó a Germán y se acabó estrellando en el palo. Los celestes habían salvado los muebles tras una primera parte en la que fueron muy inferiores.
Segundo plato
En el segundo acto, el paisaje siguió siendo similar. La presión visitante causaba muchos problemas en la salida de balón y se jugaba a lo que quería el Sanse. Así estaban las cosas, pero lo que llegó fue el segundo local. En un balón largo, Guerrero peinó el esférico y el cuero le cayó a Castel. El killer buscó a Álvaro Jiménez y este se estrenó con la camiseta ibicenca con un buen disparo. Minuto 56 y 2-1 en el marcador. Como en las grandes ocasiones, los asistentes al evento habían ido ganando felicidad.
Pese a mandar en el marcador, los de Paco Jémez seguían sin estar cómodos sobre el terreno de juego. Se recurría al balón en largo mucho más de lo habitual para poder superar la buena presión. No era el típico servicio de cercanía y buen trato al que estaba acostumbrado Can Misses en los últimos tiempos. En el 64, Germán tenía que intervenir para evitar el tanto de Navarro.
El tercero de los locales pudo llegar a balón parado. Manu Molina envió el balón al área para que apareciese el de siempre. Goldar cabeceó, pero su remate se marchó ligeramente desviado.
El postre no se sirvió, el marcador era corto y la Real B, que se está jugando la vida, adelantó líneas en busca de un empate. Los minutos iban cayendo y la defensa pitiusa resistía las acometidas de un rival que poco a poco iba perdiendo la fe ante la imposibilidad de crear peligro en la portería ibicenca.
Y cuando parecía que no había tiempo para más, en el añadido, cuando todo el mundo recogía y por las mentes empezaba a pasar la idea de ir a casa, llegó el empate. Ander Martín aprovechó una mala intervención de Germán para rematar de cabeza en el segundo palo.
No hubo tiempo para mucho más. Llegó la hora de cerrar. El punto no sirve a una Real B que busca escapar del descenso; tampoco lo hace para una UD Ibiza que se vio con la victoria en el bolsillo. La comida no sentó demasiado bien ni a unos ni a otros. Regusto amargo, indigestión y un 2-2 que no dejó feliz a nadie.
1 comentario
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Hemos visto a un Ibiza que ha salido con poca garra y concentraciòn al principio y al que le ha faltado ambiciòn para cerrar el partido tras el gol de la remontada. Le ha faltado algo màs de agresividad a la hora de defender y profundidad en ataque a la hora de atacar.Cuando se elabora menos y se juega màs directo se coge màs desprevenido al rival y es màs fàcil hacerle daño.Con Carcedo habia mucha elaboraciòn,era como el abc del fùtbol,pero nula profundidad y se notaba en la falta de gol.Con Jemez el equipo fue màs ambicioso, con mas verticalidad y ello se ha notado en que ha marcado muchos màs goles.En los ùltimos partidos da la sensaciòn de que el equipo se esta aburguesando,como si ya diese la temporada por terminada.La derrota en Gerona y el empate de hoy le haràn daño. De todos modos, hay que decir que la temporada serà un èxito.Un equipo recièn ascendido como el Ibiza,sin experiencia en la categorìa,siendo realistas, quedar en mitad de la tabla esta muy bien.