Con esta derrota, el conjunto de Juan Carlos Carcedo se marcha de vacaciones con una nueva crisis, la segunda del curso. Y es que ya son siete los partidos consecutivos en los que no ha sido capaz de ganar a un rival de su categoría, seis de la Liga SmartBank y uno de una Copa del Rey de la que se despidió el miércoles.
Juan Carlos Carcedo recuperó el sistema usado contra el Girona, con una línea de tres centrales atrás (Juan Ibiza, Goldar y Gálvez) con dos carrileros (Morillas y Miki Villar) para ayudar tanto en defensa como en ataque.
Lo cierto es que los celestes salieron enchufados al terreno de juego. El problema es que el cuadro unionista muestra unas carencias en ataque y así difícilmente se gana un partido. Como muestra, un botón. Davo encaró en solitario al portero tras un robo de Ekain, se internó en el área y chutó fuera. No es que fuese la oportunidad más clamorosa de la historia, pero difícilmente se vería en otra igual.
Los locales insistieron con un disparo de Javi Pérez que acabó en córner tras tocar en un defensa. Fue el principio del fin. En el saque de esquina, la pelota llegó rechazada a Aitor García, que salió como un cohete hacia la meta contraria y, tras recorrer unos 60 metros sin que nadie pudiera alcanzarle, batió a Germán con un disparo raso. Los sportinguistas se adelantaron así al cuarto de hora de partido.
La Udé no arrojó la toalla y estuvo cerca de nivelar la balanza en un disparo de Castel que se topó con el palo. El rechace lo aprovechó Davo para marcar, pero el tanto no subió al marcador por fuera de juego.
El partido entró en un intercambio de golpes en el que podía pasar cualquier cosa. Djuka tuvo una buena oportunidad en un remate que taponó Goldar, con mano incluida. Eso sí, no era penalti pues la pelota golpeó en ella tras salir rebotada del cuerpo. Las protestas de los asturianos no sirvieron, principalmente porque no tenían razón. Más clara fue la de Gálvez al filo del descanso, en un cabezazo que chocó contra el poste y que prácticamente puso fin al primer tiempo.
Carcedo movió el banquillo nada más arrancar la segunda parte. Entraron Fran Grima y Javi Lara por Goldar y Ekain. Sin tiempo apenas para verles sobre el campo, los visitantes hicieron el segundo por mediación de Djuka. Fran Grima rompió el fuera de juego y el delantero montenegrino superó a Germán. Menudo jarro de agua fría.
El equipo ibicenco se vino temporalmente abajo y el Sporting pudo sentenciar. Villalba, en una pelota cruzada que sacó Manu Molina, aunque parecía que iba fuera, y Rodríguez, solo contra el portero, tuvieron las mejores ocasiones de los visitantes.
Pero también la Udé tuvo las suyas. Por ejemplo, Fran Grima, en el 58, cabeceó fuera en boca de gol tras una asistencia involuntaria de su contrincante Nacho Méndez. A falta de un cuarto de hora para el final, Castel, también con la testa, remató a los pies del portero un saque de esquina botado por Lara. No había manera de marcar.
Los minutos pasaron con más pena que gloria. La luz se fue apagando y a la UD Ibiza se le hizo de noche. El árbitro pitó el final y el cuadro celeste se tendrá que comer el turrón sin apagar el fuego. Seis partidos seguidos sin ganar en Liga y eliminación prematura en Copa. La crisis ha vuelto.
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