Tras cuatro lustros de unión al HC Eivissa, el ibicenco se centrará ahora en otras funciones: «Me salió la oportunidad de trabajar de maestro por la mañana y por la tarde compaginaré el balonmano con el tiempo para mi familia. El club me propuso diferentes opciones, pero no podría desarrollar bien mi trabajo en él no sería justo no cumplir con el club después».
El excoordinador reconoció que «nunca es fácil tomar una decisión de este tipo cuando se trata del club de toda tu vida». «Uno no puede dividirse en dos. No ha sido fácil, pero tampoco ha sido muy difícil dadas las circunstancias y mi situación personal. Además, se cocinó a fuego lento y estuvo muy meditada», explicó.
Alberto Vicente se mostró muy satisfecho con la evolución de la cantera en los últimos años: «A nivel individual, hemos hecho que, hace tres años, dos cadetes fueran a la concentración de la selección española y también un juvenil. He tenido la suerte de entrenar a esos jugadores antes o después y sé que tienen mucha proyección e implicación. Aparte de eso, debido a las buenas actuaciones grupales de los equipos, tenemos a varios en las listas de seguimiento de los seleccionadores promesa, por lo que podríamos decir que el trabajo está bien hecho y sólo falta darle continuidad».
Por si no fuera bastante, la última temporada ha sido sensacional: «Debido a la implicación de todas las familias y a la confianza que han depositado en el club, hemos podido cosechar algo histórico como tener cuatro campeones insulares con su representación posterior en los Campeonatos de Baleares y el título de la Liga Balear juvenil. En definitiva, el balance es muy positivo. A nivel individual, cabe destacar el papel de Jordi Marí, Miguel Lourido y Pablo Núñez al estar representándonos con la selección. A nivel grupal, mantener los grupos y no dejar de ser campeones juveniles en Baleares es digno de mención.
También hay que destacar que, pese a la pandemia, este año hemos tenido el mayor número de equipos en muchos años en categorías base».
El exintegrante naranja seguirá vinculado, aunque en menor medida, al balonmano este curso con el HC Sant Josep, un proyecto que inició hace cinco años. «Intentaré centrarme en ayudar a los monitores. Si, algún día, se queda algún equipo colgado, lo cogeré, pero la idea es que este año sea sabático en cuanto a no entrenar a nadie y coger fuerzas y ganas para entrenar a cualquier grupo en el futuro», expuso Alberto Vicente, que pone fin a cuatro lustros de naranja.
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