El conjunto celeste echó en falta a su mejor jugador. Sin Makinen el arsenal ofensivo se resiente demasiado. El primer set empezó con un 3-1 de parcial para los ibicencos, pero los visitantes pronto le dieron la vuelta hasta poner el 3-6 en el marcador. A partir de ahí, el choque entró en una fase de igualdad con intercambios de golpes en los que los locales ganaban terreno hasta conseguir poner en el marcador el empate a 17. En la recta final, los visitantes apretaron el acelerador para llevarse el parcial con un 20-25.
El segundo set también comenzó de una manera similar y se llegó con igualdad hasta el 11-11. Ahí, el Teruel pegó un tirón y se alejó en el marcador obligando a Aitor Barreros a pedir tiempo muerto, pero sin éxito. Los visitantes se marcharon en el marcador alcanzaron una ventaja de cinco puntos que no desperdiciaron. El Ushuaïa intentó acercarse, pero nunca logró hacerlo a menos de tres puntos. Al final, 19-25 para cerrar el set y dejar clara la diferencia existente entre los dos equipos.
Ya sin red y sabiendo que era ganar el parcial o irse a casa, los de es Viver salieron enchufados. El 6-3 de inicio de set daba esperanzas al cuadro insular. Tiempo muerto turelense y reacción hasta el 8-8. Fase de igualdad hasta el 13-13 y después nuevo apretón de los visitantes para reventar el partido (17-25) y llevarse una cómoda victoria por 0-3 en una isla en la que en los últimos años sufrieron más.
Así pues, los ibicencos suman una nueva derrota en una año que está siendo más que complicado. Se quedaron fuera del sueño de la Copa del Rey, una competición que ilusiona mucho en el seno de club. Las jornadas pasan y los pitiusos no terminan de levantar el vuelo. 17 puntos en 14 jornadas es un bagaje muy pobre para un equipo que en los últimos años siempre navegó en la zona alta de la tabla.
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