Un instante de la llegada del Celta de Vigo al hotel Royal Plaza, anoche. | Marcelo Sastre

La historia del fútbol pitiuso sumará hoy (Can Misses, 17.00 horas, Dazn) una nueva página a su libro particular con la UD Ibiza como protagonista. Al igual que la temporada pasada, el equipo celeste se enfrentará de nuevo a un equipo de Primera División. No es el Barça, pero sí uno de los equipos en mejor forma de la máxima categoría nacional, el Celta de Vigo. El conjunto gallego será, además, el sexto ‘Primera' que visite las Pitiusas y el segundo con el que se verá las caras el cuadro ibicenco en espacio de un año.

Dar la campanada en esta ronda de dieciseisavos de final son palabras mayores y suena incluso a utopía, pero el idilio que está creando el conjunto unionista con la competición del KO y su actuación el curso anterior contra el FC Barcelona hacen que tampoco sea algo descartable. Además, los vigueses no podrán contar con sus dos principales argumentos ofensivos: Iago Aspas y Nolito. Ambos futbolistas se lesionaron el fin de semana durante el encuentro contra el Real Madrid y tuvieron que retirarse en el transcurso de la segunda mitad.

Con todo, no cabe duda de que una plantilla como la celtista es muy superior a la ibicenca y que, por tanto, tendrá recambios de garantías que, aunque no puedan ofrecer el mismo rendimiento que un Aspas desatado –acumula nueve goles y seis asistencias en 17 partidos–, deberían ser más que válidas para enfrentarse a una escuadra de Segunda División B.

Otros futbolistas que no están disponibles para el Celta son Sergio Álvarez, David Juncà y Kevin Vázquez, todos ellos por lesión. El último, eso sí, ya ha trabajado parcialmente con el grupo. El que sí está recuperado de sus molestias físicas es Emre Mor, ausente contra el Real Madrid y candidato a una de las plazas libres en ataque. Hugo Mallo, Murillo, David Costas y Jorge Sáenz no entraron en la lista por decisión técnica.

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El once que plante Eduardo Coudet, que ha convocado a 21 hombres, sobre el césped artificial de Can Misses es toda una incógnita, pero es probable que no lleve a cabo una gran revolución. Los números de la Udé en la categoría de bronce son de sobra conocidos, así como su partidazo contra los azulgrana hace un año. Habrá que esperar hasta las 16.00 horas de hoy aproximadamente para conocer la alineación del cuadro gallego, pero, eso sí, Renato Tapia tiene un sitio reservado en él. Al menos, eso es lo que se deduce tras haber visto la quinta tarjeta amarilla el sábado, por lo que tendrá descanso obligatorio en la próxima jornada liguera. Villar, en la portería, y el recién fichado Aarón también serán de la partida.

Por parte ibicenca, Juan Carlos Carcedo, según afirmó él mismo en la mañana de ayer, cuenta con todos sus hombres disponibles y quiere protagonizar la sorpresa ante el Celta. Lograrlo supondría una fuerte inyección de moral, así como la garantía de jugar contra otro pez gordo en la próxima eliminatoria.

Descanso
Los de Vila llegan al partido sin presión y con unas ganas locas de jugar tras el parón invernal. La UD Ibiza no ha disputado ningún partido desde el pasado 17 de diciembre, precisamente en la competición del KO. El cuadro pitiuso se deshizo del Compostela por 2-1 en la prórroga. Sibo adelantó a los de Can Misses y Primo empató poco después. Finalmente, un golazo de Sergio Castel desde fuera del área en el minuto 107 brindó el pase a los unionistas.

A diferencia del año pasado contra el Barça, el estadio ibicenco no podrá reunir 6.500 espectadores. La crisis sanitaria limita el aforo, cifrado actualmente en 1.500. Ese millar y medio de gargantas alentará a la Udé en una nueva cita con la historia, quién sabe si, esta vez, con final feliz. La esperanza se palpa en el ambiente y hasta el propio club ha llegado a usar en las redes sociales el hashtag #IbizaCaminoDeLaFinal. Hoy se verá si la fe, como en otras ocasiones ha sucedido, mueve montañas.