El rugby no es inmune a lo que está ocurriendo en el mundo y la temporada también será atípica. Para empezar solo se han inscrito seis equipos. Los problemas económicos han frenado a algunos de los habituales. Además, los partidos se juegan en una especie de ida y vuelta para minimizar los contactos.
El escenario ha cambiado, pero el objetivo es el mismo: ganar la liga e intentar el ascenso de categoría. No lo oculta su presidente Alexandre Doury que está muy satisfecho por el crecimiento que está teniendo el equipo en cuanto a estructura: «Este año tenemos 36 jugadores, además de la sección femenina y las escoletas. La verdad que estamos creciendo».
Del mismo modo, reconoce que el respaldo de la UD Ibiza, club con el que se han asociado, les ha convertido en un proyecto mucho más ambicioso. «Es algo muy bueno que tengamos un club así a nuestro lado. Nos ayudan a ser un club más estructurado, más profesional. Nos están dando mucho apoyo y siempre que llamamos a su puerta nos la encontramos abierta. Todo son facilidades. Tenemos muchas ganas de empezar a jugar para devolverles con victorias lo que nos están dando. Se están portando tan bien, que nos sentimos en deuda con ellos», confiesa el presidente.
«Somos un club amateur que está en crecimiento. Gracias a un grupo de gente que le gusta el rugby y dedican su tiempo de manera desinteresada estamos generando una estructura de club y podremos recoger los frutos en el futuro», asegura Doury.
Y dentro de este crecimiento, algunos ya empiezan a soñar y a pensar en grande. Doury no quiere decirlo, pero el jugador y encargado de las escoletas, Agustín Novet, sí se atreve: «Si hacemos las cosas bien y con el apoyo de la Udé, en cinco años podríamos estar jugando en la primera división».
Creciendo desde la base
No menos importante es garantizar el futuro. Una idea que tienen muy clara en el club y en la que están trabajando para crear una cantera. Con Novet a la cabeza, y con la ayuda de varios jugadores, el Ibiza ha lanzado dos escoletas que han tenido una gran acogida.
En Santa Eulària, los lunes y miércoles de 17 a 19 horas, unos 50 niños se reúnen en el campo de Sant Carles para entrenar. Los martes y los jueves de 18 a 20 horas la actividad se traslada a Vila, donde cuentan con más de una veintena de jóvenes jugadores. Además, está previsto abrir una nueva escoleta en Sant Antoni, donde ya han pedido todos los permisos necesarios.
Por otro lado, el club sigue apostando por impulsar la sección femenina. Beau Bikker está al frente de una docena de mujeres que quieren jugar al rugby en Ibiza. La sección está creciendo y cada vez son más las chicas que se interesan por este deporte. Además, desde la UD Ibiza Rugby destacan el buen ambiente que reina. «Compartimos campo y al final de los entrenamientos se unen a nosotros y terminamos jugando con equipos mixtos», señala Novet.
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