Los errores se pagan. Es una frase tan manida que debe ser cierta. Eso es lo que le está ocurriendo en las últimas jornadas a la UD Ibiza. Podemos llamarlos errores, despistes, como ustedes quieran, pero lo cierto es que se han escapado puntos en acciones totalmente evitables.
El Atlético de Madrid B es uno de los mejores equipos de la categoría, así lo dice su segunda posición. Vino a Can Misses y, a diferencia de otros equipos, no se mostró como un conjunto rácano. A las primeras de cambio, aprovecharon un balón al segundo palo para, en un desajuste de marca, rematar a gol entre Quintanilla y Fran Grima. El filial madrileño no necesita demasiado para ver portería y se encontró con una pequeña facilidad que no desaprovechó.
Los celestes encajaron bien el golpe y aunque no brillaron tampoco hicieron un mal partido. Alfaro empieza a dar muestras de que su trivote titular es el formado por Núñez, Javi Pérez y Javi Lara. Le dio la alternativa a Carbia en la banda y volvió a dejar en el banquillo a Cirio, mientras que en defensa apostó nuevamente por Quintanilla y Rubén.
La Udé consiguió empatar en una jugada de estrategia, una suerte que este año le está dando réditos a los de Vila. Y cuando mejor estaban, llegó un nuevo despiste. Raí perdió un balón que se convirtió en un contra mortal para desesperación del público asistente que volvió a ver perder a los suyos en Can Misses por segunda vez desde que Alfaro es técnico. La derrota manda a los pitiusos a la cuarta plaza.
Tres minutos desastrosos
Tampoco ha sido una semana de celebración en Santa Eulària. La Peña Deportiva regresó de Gran Canaria con un doloroso 3-0 que no es reflejo de lo que se vio sobre el terreno de juego.
Raúl Casañ apostó por un 4-4-2 con Higor y Nacho arriba y con Pepe Bernal en el centro del campo. El mismo plan que utilizó para remontar ante el Langreo. Los dos atacantes fijaban a los defensas canarios y se encontraban cómodos con el juego directo peñista. Además, Bernal estaba dando movilidad y se sumaba con peligro a la zona de ataque.
Todo marchaba bien. La Peña se mostraba superior al filial canario que sólo se había estirado una vez, eso sí con mucho peligro ya que el remate se fue al palo. Los ibicencos tenían el partido bajo control hasta que un disparo desde más allá del centro del campo cogió a Leo despistado. El portero se vio superado y llegó el 1-0.
El gol supuso un duro golpe para los de Santa Eulària. Tanto, que aún no habían reaccionado cuando llegó el segundo despiste. Cruz y Fraile no se entendieron en la acción defensiva y dejaron completamente solo al lateral canario que se había incorporado al ataque. Copete tuvo que caer a la banda para salir al paso del jugador local y dejó un espacio a su espalda que no llegó a cubrir Navarro. 2-0 en el marcador.
Tras el descanso, Casañ fue muy ofensivo, no le quedaba otra. Movió el banquillo en busca de la remontada, pero lo que llegó fue el tercero de Las Palmas Atlético.
Los ibicencos están sufriendo fuera de casa en las últimas jornadas –dos empates y dos derrotas–. Siguen compitiendo bien, pero han perdido la efectividad que les caracteriza en el arranque liguero. El batacazo de Gran Canaria supone, además, que la Peña se caiga de los puestos de playoff por primera vez esta temporada. Eso sí, puede regresar si gana al Rayo Majadahonda.
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