Los pupilos de Eugenio Tilves fueron un huracán que arrasó por completo a su rival desde el primer minuto. Si el año pasado este conjunto brillaba por su fortaleza defensiva, ahora lo hace también por su capacidad goleadora. Esa conjunción permitió a los ibicencos mandar por 5-0 a los seis minutos de juego.
Mientras los goles caían como soles, la zaga y la portería brillaban con luz propia, por lo que no era de extrañar ver un 10-1 en el marcador a los 12 minutos que dejaba ya el encuentro visto para sentencia. Por si había alguna duda, la ventaja creció con el paso del tiempo hasta el 21-8 con el que se llegó al descanso.
La renta aumentó hasta los 17 tantos en la segunda mitad (27-10, min. 39). Las rotaciones –debutó el portero juvenil Ezequiel– hicieron que el marcador se estrechara tímidamente y que la herida no fuera mayor.
Con todo, los locales ganaron por un contundente 34-21 que habla por sí solo de lo visto sobre la pista de es Pratet, donde Adrián Ruiz fue el máximo goleador del choque con un total de siete dianas.
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